La tormenta política catalana puede repercutir en los presupuestos de la Xunta para el año que viene. Y es que la caída del PIB pronosticada por el Gobierno central en España como consecuencia de la "incertidumbre" que se vive en aquella comunidad puede acabar significando una disminución de los recursos a repartir desde la Administración central a las autonomías. Al tiempo, de manera indirecta, las dificultades que está teniendo el Ejecutivo de Mariano Rajoy para volver a contar con los nacionalistas vascos para aprobar los presupuestos de 2018 también puede traducirse en variaciones "a la baja" sobre los recursos del sistema de financiación autonómica.

Ante este panorama, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) recomienda a Galicia, y a la mayoría de autonomías, que lleve a cabo "una ejecución prudente del presupuesto" del próximo ejercicio, de forma que tenga en cuenta "la posible rebaja de los ingresos" derivados del sistema de financiación autonómico. Excluyendo al País Vasco y a Navarra, que tienen un modelo propio, y a Cataluña, que por su situación excepcional no se incluyó en el informe del organismo, solo La Rioja se salva de la sugerencia.

Según las entregas a cuenta aprobadas en julio por el Gobierno, a partir de las que la Xunta elaboró sus presupuestos, las comunidades tendrían el próximo año 3.700 millones más que en 2017. Pero si se actualiza esta cifra conforme al último dato de crecimiento económico (2,3%) las comunidades dispondrían de 2.000 millones más, es decir, que dejarían de ingresar hasta 1.700 millones.

La Xunta ya rebajó el viernes su previsión de crecimiento hasta el 2,5%, dos décimas menos que la proyección inicial. El PIB superará los 60.000 millones el año próximo, por lo que esa inestabilidad política supondrá alrededor de 120 millones menos para su economía.

La autoridad fiscal también recomienda a la Xunta que "revise las actuaciones" en materia de gasto, a fin de garantizar el cumplimiento de la regla de gasto, que es la que mide la sostenibilidad de las cuentas públicas de cara al futuro. El organismo da este consejo dada la tendencia "en la evolución del gasto y el efecto de las medidas de rebaja fiscal adoptadas". Es decir, que llama a mantenerse alerta para que el aumento del gasto combinado con la reducción de ingresos por las rebajas fiscales no derive en dificultades presupuestarias.

En todo caso, la AIReF juzga "probable" que Galicia cumpla con el objetivo de déficit, situado en el 0,4% del PIB para las autonomías. La Xunta estima que se situará por debajo, en el 0,2%. Solo Baleares, Canarias y La Rioja tienen una previsión más optimista -"muy probable"-, y Asturias está al mismo nivel que Galicia. Es "improbable" que se cumpla Extremadura y Valencia y "muy improbable" en Murcia.

Sin embargo, todo cambiaría en un escenario de prórroga de los presupuestos generales de 2017 y en el que no se actualizasen las entregas a cuenta a la comunidades. En ese caso, sería "muy improbable" que la Xunta cumpliese con su objetivo de déficit, una de las banderas de la política económica del presidente, Alberto Nuñez Feijóo.

En cuanto a la deuda, la autoridad fiscal independiente vaticina que la comunidad también cumplirá su objetivo para 2018. No obstante, avisa de que la desaparición de los mecanismos de financiación estatales provocaría un "riesgo de refinanciación significativo".