El nuevo PSdeG que liderará Gonzalo Caballero contará con una "estructura comarcal" que ejercerá de contrapeso al poder de las direcciones provinciales, cuya creación en 2009 supuso un "error" y contribuyó a la "debilidad organizativa" del partido. La creación de esa nueva rama en la organización consta en la hoja de ruta de la nueva dirección que será aprobada este fin de semana en el congreso que ungirá al militante vigués como nuevo secretario xeral de los socialistas gallegos tras ganar las primarias.

El relatorio político está todavía expuesto a cambios en la cita congresual que arranca mañana, pero los principios de renovación y ruptura con un "viejo modelo de partido clásico, burocratizado y encapsulado en viejas fórmulas de organización, escasa participación y toma de decisión elitista y cerrada" anuncian la intención de Caballero de dar un vuelco al estado actual de unas siglas que en 2005 alcanzaron los 25 diputados para liderar el bipartito y ahora son tercera fuerza, empatados con En Marea a 14 escaños, pero superadas en votos.

Caballero ya dejó claro en anteriores ocasiones su oposición al modelo de direcciones provinciales blindado por los estatutos federales, si bien ahora apuesta por contraponer a su poder una nueva red asentada en las comarcas, uno de los cinco puntos del "plan de fortalecimiento orgánico" que prevé su biblia política -que se detallará en una Conferencia Política el próximo año- para un "tiempo nuevo" que ese documento no solo vincula con el liderazgo de Pedro Sánchez, sino con el que Emilio Pérez Touriño abrió en 1998, cosiendo el partido y ganando apoyos hasta llegar a la Presidencia de la Xunta en coalición con el BNG en 2005. "Nos encontramos en una situación parecida", compara el relatorio marco sobre 1998. Precisamente, Touriño y el otro presidente socialista, Fernando González Laxe, intervienen en la apertura mañana del congreso que el domingo clausurará Pedro Sánchez.

Las "baronías", en palabras habituales del nuevo líder socialista, son responsabilizadas en parte de la crisis del PSdeG a partir de la dimisión de Touriño en 2009. "La debilidad organizativa hizo que el socialismo gallego languideciese y fuese sustituido por una suerte de liderazgos locales y provinciales", establece el relatorio sobre unas "estructuras de poder que debilitaron el proyecto gallego sin que supusiesen una mayor fortaleza organizativa". Esos "poderes" actuaron "sin coordinación política a nivel gallego".

El citado plan de fortalecimiento añade como retos la implantación del PSdeG en el 100% de concellos; ganar representación local mediante portavoces; la formación de cargos -Pachi Vázquez ya creó una escuela de cuadros- y la "coordinación periódica" de dirigentes.

El mensaje es nítido: las bases pidieron un cambio avalando con el 58% de apoyos a Caballero y este va a aplicar una renovación que "siempre encontró resistencias".

El nuevo líder optará por una ejecutiva al estilo de Sánchez, de fieles y sin buscar un "intercambio de cromos" con las diferentes familias de la organización.

"No sobra nadie", traza el relatorio, que también advierte de que "el sectarismo interno" impide "levantar un PSdeG eficaz y fuerte". En ese sentido, reclama reducir el "ruido" y la exposición pública de los debates internos entre "clanes".

Uno de los fijos en esa nueva ejecutiva es el abogado coruñés Pablo Arangüena, según coinciden varias fuentes socialistas, aunque el reparto de papeles todavía no ha sido decidido por Caballero. Al ser este militante de Vigo, la lógica en el PSdeG indica que el responsable de Organización no militará en la provincia de Pontevedra.

Vicesecretería y Portavocía

El nuevo secretario xeral del PSdeG sopesa la opción de nombrar alguna Vicesecretaría potente e incluso una Portavocía. También tendrá un papel destacado Xoaquín Fernández Leiceaga, portavoz parlamentario y que se alió con Caballero en las primarias.

Conseguir un partido cohesionado y unido constituye la clave, establece el documento, para plantear una alternativa al PP, lastrada por las "fuerzas populistas" de izquierda, como define, sin citarlas, a las mareas al dividir el espectro progresista. También les afea "inmadurez y ocurrencias" en una gestión en la que, sin el apoyo socialista, "hay más debilidades y peor gestión". Aboga por alianzas que permitan "atraerlas al terreno de la gobernabilidad". El relatorio también propone rebajar el sucursalismo respecto a Ferraz, crear un laboratorio de ideas -el PSdeG ya tuvo la Fundación Iniciativas XXI-, dotar a la militancia de un código para usar las redes sociales y revisar el código ético actual.