Cerca de Gonzalo Caballero se sentó ayer otro Caballero, su padre. A él se refirió cuando recordó que entre los asistentes se encontraba "alguien que fue candidato a la alcaldía de Ponteareas". Y se quedó en concejal. Ahora la tradición socialista familiar, que se completa con la experiencia de su tío Abel, llega hasta la secretaría xeral.