La corta y recogida de madera quemada por la ola de incendios se priorizará en una franja de 20 kilómetros con la frontera de Portugal. La Consellería de Medio Rural prevé empezar a actuar en esa zona en dos semanas. ¿Por qué? Por la plaga del pino. Porque ésta se propaga más rápido en la madera quemada y en Portugal "hay muchos positivos de esta plaga", y temen que vuelva a afectar a Galicia.

"La plaga del nematodo es una de las mayores preocupaciones que tenemos ahora mismo y es una de las primeras actuaciones que vamos a hacer, y vamos a ir de la mano del Ministerio de Medio Ambiente", explicó la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez.

La aparición en 2010 del nematodo (un gusano microscópico originario de Norteamérica, que llegó en 1999 a Portugal y de ahí saltó a Galicia en 2010) obligó a fuertes restricciones para frenar su expansión, que se mantienen a día de hoy. Desde entonces se han talado unos 20.000 árboles cada año en Galicia para evitar la propagación de este gusano, que provoca que el pino se marchite hasta morir.

El sector forestal ya advirtió de pérdidas millonarias, ya que solo se puede aprovechar esta madera para su conversión en astillas.

"Los especialistas recomiendan una actuación de corta en los 20 primeros kilómetros en Galicia y Portugal porque sabemos que en el país vecino hay muchos positivos y que la plaga puede proliferar mucho más a través de los troncos quemados", expuso la titular de Medio Rural. "Es un problema para la zona de Pontevedra, para Ourense, y en realidad para toda Galicia", subrayó la conselleira.

"Ya estuvimos haciendo diferentes análisis la semana pasada y esperamos que en los próximos quince días ya haya actuaciones reales en esta franja de 20 kilómetros", agregó Ángeles Vázquez.

La normativa obliga a que cuando se detecta el nematodo se corten todos los pinos secos o marchitos en un perímetro de 20 kilómetros para evitar la propagación de la epidemia, y en una franja de 100 metros talar todos los árboles. En esta caso se actúa así por precaución, y porque además al estar la madera quemada ya hay que retirarla de los montes. Este año, la actuación de la Xunta para combatir la plaga del nematodo fue cuestionada por la UE, y uno de los reproches que se le lanzó desde Bruselas fue "la gestión de las zonas quemadas" en veranos anteriores.

Los técnicos de Bruselas recriminaban a la Xunta que no tomara muestras de los árboles quemados en la zona de la epidemia, ya que podían ser un foco de contagio. En ese informe, la UE consideraba "deficientes" los controles de Medio Rural para atajar la plaga del pino y su tardanza en reaccionar ante el nematodo. Para Bruselas, el brote de 2016 en Salvaterra do Miño fue un contagio del primer caso aparecido en 2010, y lo atribuyó a que el Gobierno autonómico entonces "no tomó medidas a tiempo".

Tras la reprimenda comunitaria, Medio Rural se comprometió a corregir su plan contra la epidemia del nematodo, una plaga en la que se ha gastado, para combatirla, 10 millones en los últimos siete años.