Por tierra y por aire. Tráfico desplegará nuevos medios aéreos y terrestres para tratar de frenar los accidentes mortales y con heridos graves en carretera. Al refuerzo de las horas de vuelo de Pegasus, sobre todo en autovías y autopistas, se sumó en los últimos meses la intensificación de la vigilancia en un total de 127 tramos de carreteras convencionales identificados como los más peligros de Galicia por su elevada siniestralidad, así como la puesta en marcha de campañas de control sobre el estado de los vehículos, el consumo del alcohol y/o drogas y la velocidad.

A las avionetas y drones que se propone utilizar la DGT para controlar el tráfico y detectar excesos de velocidad o conductas de riesgo como adelantamientos indebidos, un sistema que ensayó este verano en Canarias, se añaden nuevos medios terrestres. Un total de 60 nuevos radares portátiles para las motos de la Agrupación de Guardia Civil de Tráfico, de los que cinco corresponderán a Galicia, según avanzó en julio del año pasado este periódico.

Estos nuevos cinemómetros láser ya habían sido anunciados en verano de 2016 por la entonces directora de la DGT, María Seguí, pero por falta de presupuesto en la Administración central no se llevó a cabo el proceso de contratación. Más de un año después del anuncio, Tráfico confirmó la adquisición de estos nuevos sistemas de control de velocidad para los motoristas de la Guardia Civil aunque su entrega a las distintas Agrupaciones "no será inminente", según avanzan desde el departamento que dirige Gregorio Serrano, con lo que todo apunta que hasta el próximo año no estarán en funcionamiento.

Según el pliego de condiciones técnicas del contrato, cada equipo de medición de velocidad captará velocidades de hasta 250 km/h a una distancia de 15 a 40 metros en dos carriles de carretera y con temperaturas de 0 a 50 grados, y la batería tendrá un mínimo de cinco horas de funcionamiento.

Los equipos contarán con trípodes con soporte y funda, ordenadores portátiles o tabletas para la gestión de las infracciones, soportes magnéticos y para guardarraíl, maletas de transporte y manuales de funcionamiento y de mantenimiento.

Múltiples ubicaciones

Múltiples ubicaciones

Estos nuevos radares láser portátiles, cuyo coste total asciende a 860.000 euros frente a los más de 1,3 millones por los que Tráfico había licitado este servicio, permiten múltiples ubicaciones, posibilitando que los agentes que prestan servicio en moto realicen controles en diferentes emplazamientos, así como que se incremente la vigilancia en aquellos tramos de elevada accidentalidad y excesos de velocidad.

En el caso de Galicia, son un total de 127 los tramos controlados por cinemómetros móviles -31 en la provincia de A Coruña, 36 en Lugo, 30 de Ourense y otros 30 de Pontevedra-. La extensión de la red viaria de la comunidad en el punto de mira de las patrullas de la Guardia Civil por una accidentalidad elevada derivada de los excesos de velocidad o velocidad inadecuada supera los 2.500 kilómetros de carreteras convencionales, las más peligrosas ya que concentran más del 90% de los fallecidos en accidentes de tráfico en toda la red viaria gallega.

Estos tramos negros bajo control está publicados en la página web de la DGT, que desde 2015 cuelga online los puntos kilométricos sometidos al plan de vigilancia con radares móviles. En un principio la actualización del mapa se hacía trimestralmente, pero desde el año pasado la revisión es semestral.