"Hay que dar estabilidad al empleo de los bomberos forestales y pensar que tiene que ser un trabajo permanente, no temporal, que no solo esté cuando hay fuego sino en servicios de prevención permanentes y suficientes". Así definió ayer el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, la postura del sindicato en una visita a Chandebrito, la parroquia de Nigrán en la que fallecieron dos mujeres atrapadas en una furgoneta en una evacuación fallida durante los incendios del pasado 15 de octubre. El líder sindical mostró su solidaridad con los vecinos de la zona horas después de reunirse en Santiago con los representantes de los brigadistas y con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a quien reclamó que reciba a los forestales y negocie con ellos.

Álvarez anunció unas próximas jornadas de la confederación nacional de UGT en Galicia en las que se planteará un pacto de estado contra los incendios, materializado en una subcomisión del Senado que aporte soluciones. Apostó también por "dar una dimensión europea" al problema. Para ello, dijo, "estamos trabajando con compañeros sindicalistas de Portugal para reclamar a la UE financiación para programas de prevención.