Tras cinco estaciones de déficit hídrico en Galicia, las escasas lluvias de este mes y las pocas que se esperan para los próximos días, algunos ayuntamientos se verán obligados a cerrar ya el grifo. Los primeros en hacerlo a instancias de la Xunta serán los concellos del área de Vigo ya que las reservas de sus embalses están bajo mínimos (al 41,64% el de Eiras y a menos del 39% el de Zamáns). Ante esa situación de riesgo elevado por escasez de precipitaciones, Augas de Galicia instó ayer a los municipios del sur de Pontevedra a reducir el consumo un 10% en los próximos diez días y así poder frenar el avance de la sequía en los sistemas de los ríos Verdugo, Baíña y Lagares y de los ríos de Oia y O Rosal. El director de Aguas de Galicia, Roberto Rodríguez, aclaró tras reunirse con los concellos afectados de la zona de Vigo que esta reducción del 10% debe recaer sobre los consumos "no esenciales", como por ejemplo, los industriales, pero advirtió de que si la sequía persiste habrá que aplicar medidas de ahorro adicionales, elevando hasta el 35% la rebaja en el consumo.

El plan de acción ideado por la Xunta para los ayuntamientos del sur de Pontevedra se produce cuando la capacidad del embalse de Eiras bajó al 41,6% y Zamáns que abastece al Val Miñor está ya por debajo del 40%. Pese a la alerta, Rodríguez ha destacado que el consumo a la población está por ahora "garantizado", pero que es necesario empezar a tomar medidas conjuntas porque -advirtió- "no es una garantía ilimitada".

Tras la reunión celebrada ayer en la Delegación de la Xunta, el director de Aguas de Galicia lamentó que el Concello de Vigo no facilitase información sobre el consumo de agua y los porcentajes de usos no prioritarios. Y sobre la demanda del alcalde, Abel Caballero, como la reducción del caudal ecológico de los ríos para lograr unas reservas mayores en los embalses, Rodríguez apuntó que antes había que agotar otras medidas.

Desde el Ayuntamiento, Caballero confirmó desde ayer mismo se amplían las restricciones del consumo de agua por la alerta por sequía. Entre las medidas acordadas, destacan la supresión de los riegos en los campos de fútbol con hierba sintética y la optimización en los de hierba natural, el control del consumo de agua en las piscinas y el cierre de duchas y lavaderos en las playas. Además también se reforzará el control del consumo en los centros públicos e instalaciones deportivas. Por ejemplo, en Vigozoo se cerrarán todas las instalaciones de agua ornamentales y decorativas.

Diez meses después de haber decretado la prealerta por sequía en toda Galicia y tras elevarse en otoño el riesgo alto a 207 concellos, los embalses registran semana tras semana un descenso en sus niveles de ocupación. Las presas de abastecimiento de la cuenca Galicia-Costa, gestionada por la Xunta, empezaron la semana con unas reservas de apenas el 46%. De los nueve embalses que abastecen las urbes y medianos concellos de las provincias de A Coruña y Pontevedra, cuatro tienen una ocupación inferior al 50% y un 30% por debajo de los niveles que registraban en noviembre del año pasado.

El que por registro presenta en la cuenca Galicia-Costa es el embalse de Vilagarcía, con tan solo un 10,16% de ocupación, según el boletín hidrológico de Aguas de Galicia. También con bajos valores se encuentra la presa de Baiona (28,12%) y la de Zamáns (no llega al 39%). El embalse de Cecebre registra unas reservas de poco más del 39%, seguido del de Beche, en Abegondo, se queda en el 48%.