La organización ecologista Arco Iris insta a las autoridades portuarias a decidir si Langosteira es un puerto refugio o no, calificando la construcción del puerto como una "monumental estafa". Desde el coletivo temen que, 15 años después de la catástrofe del Prestige, pueda repetirse una situación similar. Por ello, reiteran su preocupación porque consideran que las autoridades marítimas carecen de un plan concreto y definido para refugiar un barco de características similares a las del Prestige en condiciones meteorológicas adversas. Recalca que la aplicación de calado del canal de entrada a Langosteira hasta los 23,5 m fue aprobada por el Puerto en 2015. En cambio, las dimensiones actuales de Langosteira complicarían mucho una maniobra de remolque en circunstancias adversas, en un puerto que ya en su día rechazó la entrada del Prestige por la peligrosidad que entrañaba esa maniobra.