Aunque la huelga de los examinadores de tráfico parecía en vías de resolverse los paros de lunes a miércoles se mantienen por lo menos la próxima semana después de que el colectivo rechazase en las asambleas provinciales con un 98% de votos la propuesta que la Dirección General de Tráfico (DGT) realizó el pasado martes para desbloquear el conflicto. Desde la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) apuestan por "seguir negociando" a pesar de que confirman que la oferta económica está por debajo de los 250 euros brutos mensuales que reclaman y que, en su opinión, les prometió el departamento dependiente del Ministerio del Interior en 2015.

La organización confirmó que ya ha enviado una respuesta a esta propuesta que si es aceptada por la DGT supondría la desconvocatoria de los paros. En caso contrario, si en lo queda de mes no se llega a acuerdo los examinadores continuarían con la huelga también en diciembre.

Los examinadores reclaman un aumento del complemento específico en sus nóminas, de modo que así se reconozca la complejidad técnica, los riesgos de accidentes y agresiones y el trabajo a la intemperie y que, según lleva insistiendo Asextra, el Gobierno se comprometió a hacer efectiva esta subida salarial hace dos años, pero la DGT incide en que no tiene competencias para hacerlo.

Según los últimos datos de Tráfico, la huelga de estos funcionarios ha ocasionado la suspensión de más de 166.000 pruebas prácticas de conducir. En el caso de Galicia se anulan una media de 300 pruebas al día, por lo que desde que empezaron las protestas en la segunda quincena de junio son unos 15.300 los alumnos afectados que están a la espera de poder examinarse para conseguir el permiso de conducir y convertirse en conductores noveles.

Los paros, que llevan sucediéndose todos los lunes, martes y miércoles durante casi cinco meses están provocando pérdidas millonarias en las autoescuelas que alcanzan los 90 millones de euros. En los negocios de la comunidad gallega la incertidumbre sobre las posibilidades de ir a examen ha provocado una reducción de las matriculaciones en hasta un 80% desde el inicio de la huelga. Además, la propia Asextra admite que en los meses de septiembre y octubre aumentó la cifra de suspensos entre los aspirantes al permiso de conducir entre un 15% y un 20%.