El próximo año se ampliará el sistema de vigilancia con cámaras que controlará en tiempo real el 48% del territorio gallego, entre el que se incluyen las 73 parroquias que tienen alta actividad incendiaria. A partir del próximo mes de mayo está previsto que comience la instalación de 34 cámaras de vigilancia en infraestructuras de la empresa pública de telecomunicaciones Retegal que emitirán las 24 horas. Su señal se recibirá en un centro de control desde el que se podrá hacer una vigilancia remota del monte. En caso de incendios, la información que proporcionen las cámaras a los técnicos forestales ayudará a geoposicionar los fuegos, lo que facilitará tanto el seguimiento de incendio como la toma de decisiones para asignar medios de extinción, según explicó ayer el presidente de la Xunta.

Este sistema de vigilancia no es nuevo en los montes gallegos, sino que lleva algunos años probándose como piloto. Durante el Gobierno del bipartito, por ejemplo, se instalaban en épocas de riesgos cámaras termográficas para detectar puntos de calor. El impulso que recibe este año se debe a que el pasado verano "funcionó bien", como explicó Feijóo, que cree que hay "un potencial muy grande" en la tecnología para la lucha contra los incendios.

En esta primera fase de instalación, las cámaras se utilizarán para vigilancia, pero se prevé ampliar las funciones según las necesidades que detecten los equipos forestales y los avances tecnológicos que se produzcan. Su contratación saldrá a licitación a comienzos del próximo año. El programa se desarrollará hasta 2022 y tendrá un coste de dos millones de euros.