La demandada unidad política contra la violencia machista, definida por consenso en la Cámara como terrorismo, derivó en un choque entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la portavoz del BNG, Ana Pontón, que se enervó y anunció una queja formal tras una intervención del primero. "Hay dos bandos: los asesinos y maltratadores y las víctimas, dígame de qué lado está", retó el también jefe de filas del PP.

Tras el final de la sesión de control al presidente, Pontón reclamó amparo al presidente de la Mesa, el popular Miguel Santalices, que quiso templar ánimos al dar por seguro "en qué lado está" el BNG, al lado de las víctimas.

El enfrentamiento se produjo durante el debate en que el BNG propuso destinar el 1% del presupuesto anual de la Xunta a políticas contra la violencia de género (90 millones de euros), a la que Feijóo no respondió, si bien puso en valor las medidas aplicadas por su Ejecutivo, como el apoyo económico a las víctimas o proyectos de inserción laboral. También sostuvo que la defensa de las mujeres no es patrimonio exclusivo de un partido, en alusión al BNG.

La tensión protagonizó también el cara a cara de Feijóo con Luís Villares, de En Marea. Este afeó la permanencia de la "crisis social" a pesar de la recuperación económica, extremo que Feijóo aprovechó para celebrar que "ahora reconozcan" la salida de la crisis. En la discusión, Feijóo sacó a colación la crisis catalana y las diferentes visiones sobre el derecho a decidir entre los impulsores de En Marea. "Le interesa más que hable de sus discusiones internas que de economía", espetó Feijóo.

"No somos un gobierno que se dedique a pedir referédums, estamos centrados en la recuperación económica e no nos dedicamos a esas patrañas", añadió tras recordar que el presupuesto de sanidad será en 2018 el más alto de la historia con 3.858 millones.

Por su parte, Villares aplicó el efecto de las inflación para cifrar en 400 millones el recorte "real" de fondos sanitarios.

En cuanto al PSdeG, Feijóo le propuso a Xoaquín Fernández Leiceaga sumar esfuerzos en materia forestal si finalmente logra cerrar filas con el gobierno socialista de Asturias, además de con el de Castilla y León, en la cumbre de comienzos de diciembre para pactar medidas contra los incendios.

Leiceaga acusó a Feijóo de provocar el "abandono del rural" y le pidió "rectificar".