Quince años después de la marea negra del Prestige, el viejo petrolero sigue su singladura judicial. Tras casi diez años de instrucción, nueve meses de juicio, casi dos años para resolver los recursos ante el Tribunal Supremo y otro tanto para que la Audiencia de A Coruña cuantificase los daños causados por el chapapote que tiñó de negro más de negro más de 3.000 kilómetros de costa, el caso Prestige está a punto de desembarcar en el Supremo.

Ahí se iniciará un nuevo proceso con recursos de casación contra el auto de ejecución de sentencia emitido la semana pasada por la Audiencia de A Coruña, que rebajó la factura de los daños a poco más de 1.600 millones, casi un 40% menos que los más de 4.300 reclamados por la Fiscalía durante el juicio. Lo más previsible es que tanto la aseguradora, como la armadora y el Fondo Internacional de Indemnización de Daños debidos a la Contaminación por Hidrocarburos (Fidac) recurran el auto. La Fiscalía Superior de Galicia ya ha dado el primer paso con el anuncio de preparación del recurso de casación, aunque la "decisión final" la tomará el Ministerio Público del Supremo en base a la documentación aportada. El plazo para que las partes anuncien ante el Alto Tribunal la interposición del recurso finaliza mañana.

La Fiscalía de la Audiencia Provincial de A Coruña, en coordinación con la Fiscalía Superior de Galicia, anunció ayer la presentación del anuncio para la interposición de un recurso contra el auto de ejecución de la sentencia de la mayor catástrofe medioambiental en aguas españolas. A partir de ahora se abre una fase en la que la Fiscalía gallega deberá remitir al Ministerio Público del Supremo la documentación relativa al proceso, precisamente para que se valore la posibilidad recurrir los daños cuantificados por la Audiencia de A Coruña.

La Fiscalía abre así la puerta a presentar recurso contra el auto que determina las sumas indemnizatorias que procede pagar a los perjudicados por la catástrofe, si bien la decisión final deberá adoptarla la Fiscalía del Supremo, en coordinación con la Fiscalía Superior de Galicia, en un plazo de 15 días que se determinará a partir del emplazamiento ante el Tribunal Supremo que deberá realizar la Audiencia Provincial.

Las compensaciones fijadas en el auto de ejecutivo de sentencia se quedan muy por debajo de los daños cuantificados por la Fiscalía durante el juicio: más de 4.300 millones de euros en base a un amplio y minucioso estudio la Universidade de Santiago. La Audiencia de A Coruña limitó la semana pasada a poco más de 1.600 millones los daños del PrestigePrestige: 1.573 millones de indemnización para el Estado español, 61 millones para Francia y 1,8 para la Xunta por los gastos de reciclaje del chapapote.

Del Supremo a Londres

Una vez resueltos los recursos de casación ante el Supremo, un proceso que podría demorarse de uno a dos años, el Prestige retomará su travesía judicial rumbo a Londres, donde la aseguradora del viejo monocasco tiene su sede.

El proceso judicial se augura largo y complejo, ya que las administraciones tan solo podrán percibir de la aseguradora del viejo monocasco, The London Steamship Owners Mutual Insurance Association, un máximo de mil millones de dólares (unos 845 millones de euros) de la póliza suscrita por la armadora. En Reino Unido se tendrá que determinar si finalmente prevalece el dictamen penal del Supremo o el civil de los tribunales británicos.Varapalo judicial

Hace solo dos años, España y Francia perdieron la batalla judicial en Gran Bretaña por la que pretendían que el pleito por el dinero de la póliza suscrita fuese en sus respectivas jurisdicciones en lugar de estar sujeto a los tribunales de arbitraje británicos.