Las nuevas exigencias para acceder a las ayudas de la PAC ponen contra las cuerdas a los ganaderos. La nueva regulación de los purines prohíbe que puedan ser esparcidos en la tierra por medio de cisternas, como se hace en la actualidad, e impone la inyección de este fertilizante orgánico en el suelo. Desde el sector agroganadero gallego advierten de que los costes de esta canalización y la amenaza de perder las subvenciones europeas el próximo año "laminarían" muchas explotaciones en la comunidad que ya están con el agua al cuello por las fuertes inversiones durante los últimos años, por lo que nada más se publicó en el Bolentín Oficial del Estado (BOE) este decreto -el pasado día 11-, el sindicato Unións Agrarias reclamó a la Consellería de Medio Rural una mesa de trabajo para buscar soluciones a las nuevas exigencias de la PAC sobre la gestión de purines.

"En Galicia es completamente inviable por el modelo de explotaciones", advierte el secretario de UUAA, Roberto García, que reclama a la Xunta una moratoria en su aplicación para la comunidad.

Responsables de la Consellería de Medio Rural ya se han puesto en contacto con otras comunidades, como Castilla y León, Cantabria y Asturias para conocer el alcance de la nueva regulación a las explotaciones de estos territorios con el objetivo de "buscar un consenso y estudiar posibles excepciones a estas prohibiciones" que van a condicionar los pagos directos en la PAC del próximo año.

El departamento que dirige Ángeles Vázquez ha pedido informes para determinar el número de explotaciones que se verían afectadas en la comunidad, ya que -detalla- las pequeñas quedan excluidas de la regulación. En los próximos días, Medio Rural convocará a las organizaciones profesionales agrarias para que les trasladen sus "inquietudes" y así trabajar "de manera coordinada".

Decreto

La aplicación de purín en las superficies agrarias, según recoge del real decreto 988/2017, no podrá realizarse mediante sistema "de plato o abanico ni cañones", pero deja la puerta abierta a que "las comunidades autónomas puedan establecer excepciones, atendiendo a las características específicas de las superficies afectadas, incluidas las condiciones orográficas y climáticas, u otros motivos", siempre y cuando -añade- estén "debidamente justificadas".

Aquellas explotaciones que no se ajusten a las nuevas exigencias no recibirán ayudas de la PAC el próximo año. Para tratar de minimizar el impacto de la nueva normativa, UUAA reclama a Medio Rural una moratoria en su aplicación para minimizar el impacto en las explotaciones de la comunidad.

Los ganaderos advierten de que fijar esta prohibición a corto-medio plazo supone la penalización para los agricultores en la PAC y es inadmisible cuando hoy en día la práctica totalidad de los equipos de aplicación de purines que se utilizan en el campo son de abanico o cañón. Y más todavía, cuando en los últimos años se ha invertido en este tipo de maquinaria. "La inversión que ahora se requiere lo hace inviable", sentencia Roberto García.