Las precipitaciones de la última semana y las medidas de ahorro que de forma conjunta están adoptando los municipios del área de Vigo han permitido contener el descenso de la ocupación de los embalses de Eiras y Zamáns.

En el primer caso, la presa que abastece al 90% de la población de la comarca viguesa rebajó un 0,18% su nivel en la última semana, mientras que Zamáns vio recortado el suyo en un 0,6%. Son bajadas muy inferiores a las de las últimas semanas, donde rozaban de media los dos puntos porcentuales.

Los datos los publicó ayer Augas de Galicia, organismo al que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, pidió "máxima celeridad" en el envío del convenio para poder ejecutar el bombeo desde el río Verdugo. "Aún no nos ha llegado, pero tenemos a los técnicos operativos las 24 horas para que en cuanto llegue se le conteste", insistió el regidor vigués, que mantiene que el Concello abonará los 5,5 millones previstos de esta nueva infraestructuras "para suplir las carencias de la Xunta".

El gobierno local mantiene que se trata de una obra de interés supramunicipal para garantizar el suministro de agua a siete ayuntamientos y que por lo tanto le correspondería abonarla a la Consellería de Medio Ambiente, pero en todo caso será Vigo el que financie la obra, de tres meses de duración, si no llegan fondos autonómicos.

El ayuntamiento vigués analiza como una posible medida de emergencia abastecerse de agua potable con barcos-tanque si sigue sin llover y se agrava la situación de sequía que padecen. Abel Caballero recordó que esta solución se empleó en dos ocasiones para el abastecimiento de Palma de Mallorca y que en estos momentos los técnicos municipales analizan si "técnicamente es posible".

"No la queremos descartar", dijo, "porque puede ser la única de las opciones posibles si no llueve" lo suficiente para rellenar los embalses en los próximos tres meses, que es el tiempo estimado para construir una conducción que lleve agua del río Verdugo hasta la entrada del sistema de abastecimiento de Vigo.