"No es posible pensar en crecimiento demográfico sin pensar en crecimiento económico". Demografía y economía son, según el presidente de la Fundación Barrié, José María Arias Mosquera, dos conceptos muy relacionados. Así lo demostró ayer con datos el director asociado del departamento de Asuntos Monetarios de la Reserva Federal de Estados Unidos, David López-Salido, que participó en las jornadas Galicia en la Encrucijada. Ciclo de conferencias sobre demografía y futuro,Galicia en la Encrucijada. Ciclo de conferencias sobre demografía y futuro organizadas por Fundación Barrié y la Asociación para el Progreso de la Dirección.

De su trabajo hecho para EEUU, que puede extrapolarse a otros países europeos, se concluye que los nacidos en la generación del baby boom entre 1946 y 1964 se encontraron un mercado de trabajo "con muchas posibilidades" pero desde la década de los 80 no existen jóvenes suficientes para reemplazarlos porque estos baby boomers "crearon familias con menos miembros". Si a esta tendencia se suma el aumento de la esperanza de vida, en la sociedad del futuro habrá más personas fuera del mercado laboral, aunque en Estados Unidos -matiza el experto- la tasa de actividad una vez superados los 70 años es de más del 15%, mientras que en España se trata de índices casi anecdóticos.

¿Y qué consecuencias tendrán en menos de dos décadas estos cambios demográficos a nivel económico? López-Salido explica que debido al descenso de nacimientos, el tipo de interés -la capacidad de la economía para dar rendimientos- ha caído en la economía americana del 1,5% al que estaba en 1900 al 1% y eso, advierte, "es mucho dinero". Además, avisa de que el envejecimiento de la población unido a las dificultades de los jóvenes para acceder a puestos de trabajo reduce la capacidad de generar riqueza y puede provocar efectos negativos sobre las finanzas como subidas desorbitadas de precios.

Para hacer frente a los desafíos que plantean estos "desajustes demográficos" el experto de la Reserva Federal de EEUU apuesta por incentivar la participación en el mercado laboral tanto con empleos para jóvenes como para mantener en activo a personas que ya han llegado a la edad de jubilación, así como la puesta en marcha de iniciativas para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral que favorezcan mayores tasas de natalidad. De todas formas, admite que "no hay una varita mágica para mejorar las tasas de actividad y empleo con salarios altos" porque eso -aclara- también sería "insostenible". En este sentido, aboga por un sistema educativo dirigido a aprovechar las oportunidades ofrecerá la tecnología en el trabajo del futuro.

El economista también demanda políticas públicas enfocadas a fomentar iniciativas que tengan un efecto multiplicador en el conjunto de la economía. Y opina que esa oportunidad la ofrece el sector servicios por su elevado peso en el PIB mediante la creación de negocios de servicios industriales y tecnológicos. En el coloquio posterior a la ponencia en el que participó el redactor jefe de LA OPINIÓN Santiago Romero, se abordó si el mejor método para superar la despoblación en Galicia es apostar por los servicios o recuperar el rural.

Galicia lleva siete años seguidos perdiendo población debido a la baja cifra de natalidad y a la fuga de la población inmigrante. Además, es la segunda autonomía más envejecida de toda España, solo por detrás de Asturias. Varios de los participantes coincidieron en que urgen políticas que frenen la distancia entre el desarrollo urbano y el abandono del campo. Creen que un sector primario competitivo que genere productos de calidad combinado con una producción industrial innovadora supondría "oportunidades laborales para repoblar el rural y atraer a inmigrantes", mientras que "dejar caer el rural" tendría efectos "demoledores" en la economía.