"El panorama es desolador". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no se anduvo con medias tintas. La sequía es una "amenaza real" y los partes meteorológicos apuntan a que esta situación "proseguirá y se intensificará". Si se toman medidas de ahorro, quedará agua para 90 días en las ciudades. "Si no se hace nada, no se llegará a ese plazo", advirtió el jefe del Ejecutivo gallego. Por esta razón, apeló a los ciudadanos para que "cambien el chip" y hagan un consumo moderado de los recursos hídricos, pero además dio un pequeño tirón de orejas a los concellos, a los que recriminó que no siempre informen a la Xunta de las medidas que están adoptando y de si están logrando reducir el consumo. Y les puso deberes: deben mantener el ahorro de agua en un 10%, identificar y acometer con carácter urgente las obras de abastecimiento y captación de agua necesarias para hacer frente a la sequía, reformar las redes de canalización para evitar pérdidas y reinvertir los fondos recaudados por la prestación del suministro del agua en el mantenimiento y renovación de infraestructuras.

Cinco estaciones con déficit hídrico. El primer aviso de sequía saltó en agosto de 2016. Desde entonces apenas ha llovido. Galicia atraviesa el año hidrológico más seco de los últimos 28 años. Los meses de septiembre y noviembre han sido los más secos de la historia. Y el nivel de agua en el subsuelo es el más bajo de los últimos 60 años.

Los ríos llevan un 20% de agua. Los embalses de abastecimiento están al 43,2% de su capacidad, 26 puntos por debajo de las reservas que registraban hace un año. Pero la situación más llamativa es la de los ríos: su caudal arrastra un déficit del 80%, es decir solo llevan el 20% del agua que deberían tener en un año normal.

Una "probable" situación de emergencia. Siete de los 19 sistemas hídricos de la cuenta gestionada por la Xunta (afecta a 51 ayuntamientos) están ahora mismo en "alerta" por sequía. Pero con los concellos de la Demarcación Miño-Sil, son un total de 207 los que están en situación de alerta por falta de agua. "Lo más probable" es que se tenga que declarar la situación de "emergencia", un escalón más en protocolo diseñado por la Xunta para afrontar la escasez de precipitaciones y que podría conllevar restricciones en el consumo a la población.

Más ahorro de los concellos. Ya se ha instado a los ayuntamientos afectados a reducir un 10% el consumo de agua y la Xunta no descarta que en las próximas semanas se les pida que incrementen el ahorro al 20%. "Y que lo acrediten y remitan información, porque sino cada uno puede decir lo que quiera", advirtió la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato. La Xunta insta a los municipios a limitar los usos no prioritarios y la presión en la red de abastecimiento.

Coordinación. La información "tiene que fluir", espetó Feijóo en relación a lo ayuntamientos. Pero además la Xunta se coordinará con el Gobierno central. Así, según explicó, la Consellería de Medio Ambiente solicitó que en la próxima reunión del Consejo Nacional del Agua del próximo 14 de diciembre se aborde y se coordinen medidas contra la sequía y el Ejecutivo central aceptó la propuesta de Galicia.

Planes de emergencia. La Xunta exigirá a los concellos de más de 20.000 habitantes que elaboren un plan de emergencia específico para atajar la sequía. Según explicó la conselleira de Medio Ambiente ya estaban obligados desde 2001 cuando se aprobó el Plan Hidrológico Nacional, pero no lo estaban cumpliendo. Además, el Gobierno gallego prestará ayuda a los municipios de menos de 20.000 habitantes para que también se doten de este instrumento. Consiste básicamente en identificar qué infraestructuras se pueden acometer en cada zona para solucionar los problemas de abastecimiento.

Financiación local. Mato dejó claro que la competencia en materia de abastecimiento es local. Así, por ejemplo, la Xunta no puede imponer restricciones en el consumo. Y, por esta razón, las obras que acometan deberán pagarlas los concellos. Solo si se declara de interés general podrá recibir financiación del Gobierno gallego o del central.

Mejorar la red. Se pide a los ayuntamientos que acometan mejoras en la red de abastecimiento para evitar las fugas. Aproximadamente un 24% del agua se pierde por el mal estado de las tuberías. Por eso, la Xunta insta a los concellos con gestores de agua que los fondos recaudados los reinviertan en el mantenimiento y renovación de las infraestructuras.

Concienciación. Feijóo explica que la sequía no es un problema exclusivo de Galicia, pero aquí ocurre "que no estamos acostumbrados". Por eso instó a los ciudadanos a concienciarse y tomar medidas como ducharse en lugar de bañarse, cerrar el grifo mientras se lavan los dientes o llenar la lavadora y el lavavajillas para ahorrar agua.