Es consciente de que la candidatura del presidente de la Diputación de A Coruña para liderar el PSOE en la provincia "tiene la apariencia de ser más fuerte". Pero la exedil de Santiago Mercedes Rosón, afín a la ejecutiva gallega, confía en que la militancia apueste el próximo día 17 por un nuevo modelo: el del cambio, basado en el "trabajo horizontal y coral", frente al de la continuidad y la verticalidad del proyecto de Formoso. Y a partir de ahí, trabajar por la "unidad" para "reconectar" con la ciudadanía.

-¿Qué ofrece su candidatura frente a la encabezada por el presidente de la Diputación?

-Dedicación plena. Entiendo que la solución a los problemas que tiene la provincia de A Coruña necesita tiempo. Hay que escuchar y hablar con todos los compañeros. Ofrezco una mirada sobre la organización y sobre el país diferente. No puede ser que haya agrupaciones que llevan un año sin dirección y que la solución que ofrezca la dirección provincial a los desencuentros y conflictos sea la victoria de unos compañeros sobre otros en vez del reencuentro.

-¿Qué necesita el PSOE en la provincia para reconectar con la ciudadanía?

-Mostrarnos como un partido unido. Necesitamos dar a conocer las soluciones que tenemos para los problemas de los ciudadanos antes que las divisiones internas que nos han consumido tanto. Eso supone una nueva dirección y un nuevo modelo. Es imprescindible hacer una revisión profunda. No puede ser que las soluciones formen parte de la construcción de los problemas pasados.

-El proceso de primarias se acaba de cerrar en Pontevedra y Lugo con la victoria de los candidatos de las diputaciones. El mensaje de Gonzalo Caballero sobre el fin de las baronías no caló. ¿Qué lectura hace de estos resultados?

-Es el resultado de lo que la militancia ha querido. Tanto en Pontevedra como en Lugo, entiendo que en estos momentos toca trabajar unidos y ser todos PSdeG en cada una de las provincias.

-En A Coruña , ¿ve más posibilidades de que se repita el escenario que se dio en Pontevedra y Lugo o espera que se apoye a la lista afín a la ejecutiva gallega?

-Soy bastante optimista. En A Coruña hay una candidatura de continuidad y otra de cambio. Una que se sostiene sobre el presidente de la Diputación, algo que no ha pasado en las otras provincias, y sobre los anteriores miembros de la dirección provincial; y otra que trata de ser más horizontal y más coral y que lleva a la cabeza a una persona que nunca tuvo un cargo orgánico y que ahora tampoco desempeña un cargo institucional. Es cierto que una candidatura tiene la apariencia de ser más fuerte que la otra, pero también es cierto que este partido está acostumbrado a elegir con libertad y yo confío en la militancia.

-Ser presidente de la Diputación implica un plus que da cierta ventaja en la carrera...

-A ver... Si gana Valentín es porque los compañeros creen que es la mejor opción. Y si gano yo, es porque confiaron más en mi propuesta. Estoy completamente segura que al día siguiente de las primarias, como en Pontevedra y Lugo, Valentín y yo estaremos dispuestos a apoyar un proyecto para el PSdeG de A Coruña único. Así lo espero y así lo deseo.

-¿Tiene constancia de que los ayuntamientos se sienten presionados ante una candidatura liderada por el presidente provincial, como apunta uno de los integrantes de su propia candidatura, el teniente de alcalde de Culleredo?

-Los alcaldes y los ayuntamientos del PSdeG tienen más entidad de lo que algunos suponen. Llevan años presionados por el PP y saben hacer frente a esas presiones. Con eso lo digo.

-¿Descarta que el voto vaya a estar condicionado por las ayudas de la Diputación?

-Los militantes de este partido saben lo que quieren. La presión acaba volviéndose en contra. En el caso de A Coruña aspiro a que sea diferente que en Pontevedra y Lugo. Pase lo que pase, lo importante es que al final salgamos unidos. Yo soy optimista, aspiro a ganar. Si no es así entiendo, por lo que dijo Formoso, que el planteamiento iba a a ser de unidad. Es imprescindible para volver a reconectar con la ciudadanía. La gente está harta de vernos siempre a la gresca, lo que quiere, porque así me lo dicen, es vernos fuertes y en disposición de ganar elecciones y de volver a recuperar la confianza que hemos perdido.

-¿Ve, por tanto, excepcional esa queja de algunos concellos sobre esas presiones?

-No lo puedo confirmar. Lo que tengo claro es que el voto es secreto y si hay esas presiones, nuestra militancia son ciudadanos libres que decidirán qué modelo seguir.