Más de 121.000 mayores de 65 años en Galicia viven solos. Y la previsión es que en 2030 el número de jubilados en la comunidad se dispare, pasando de los 665.578 de la actualidad a 770.064, lo que supone 104.486 personas más en esta franja de edad en 13 años. De ahí surge la propuesta lanzada ayer por la diputada socialista María Pierres: que la Xunta impulse el co-housing, una práctica de éxito desde hace 30 años en otros países europeos, como Dinamarca, Alemania, Suiza, Holanda o Reino Unido.

¿Y en qué consiste el co-housing o viviendas colaborativas? Son viviendas colectivas en las que las personas mayores pueden convivir y compartir servicios por propia elección. Pierres lo explicaba ayer así: "Se mezcla en un entorno residencial la dimensión privada, común y pública de sus residentes a través de un acceso a la vivienda no especulativo. Todos los miembros del complejo residencial son socios de una cooperativa que es propietaria de las viviendas y cede a los residentes el uso de por vida".

Pierres también explicó que esta iniciativa se puede materializar de formas diferentes: "En pequeños barrios, urbanizaciones o comunidades de casas independientes en las que los vecinos comparten zonas y servicios según las necesidades reales". "Los residentes colaboran entre sí, comparten inquietudes vitales y servicios, que pueden ir desde la atención médica al cuidado de niños o actividades culturales", expuso la parlamentaria del PSdeG, que es licenciada en Arquitectura. La diputada socialista planteará en el Parlamento gallego que la Xunta se implique con el co-housing para mayores. Por ejemplo, proporcionando el suelo donde se levantarían las viviendas, o financiando o subvencionando diferentes proyectos. La parlamentaria justifica el respaldo económico del Gobierno gallego porque se impulsa "un envejecimiento más saludable" y si los mayores están bien la Xunta ahorrará en "recursos socio-sanitarios". Para Pierres, es una solución "al grave problema asistencial y de servicios" para las personas mayores. Sería especialmente beneficioso para las mujeres, pues casi el 40% de las mayores de 85 años viven solas, dada su mayor longevidad, frente al 26% de los hombres. "Ayudaría a paliar situaciones de soledad no deseada", razonó María Pierres.

Además, en el caso del cuidado de los mayores la carga siempre suele recaer en las hijas. "Los trabajos de atención a los mayores son insostenibles en las familias y generan formas de explotación que sufren sobre todo las mujeres", advirtió la parlamentaria socialista.

En España empieza a haber iniciativas de co-housing para mayores, pero son las menos: Madrid, Valladolid, Málaga, Cáceres, o Cuenca, entre otras. La diputada socialista cifró en 10 los proyectos ya en marcha, otro en construcción y 23 en fase de diseño. En Galicia, habría una experiencia en estudio.

Para apuntarse a esta experiencia existen varias opciones: comprar la vivienda con un precio que puede ser un 30% inferior al de mercado al gestionarlo con entidades sin ánimo de lucro; la opción del alquiler y por último existe la elección de la cesión en uso, un término intermedio entre las dos anteriores cuyo único coste es el de la obra, ya que el suelo lo dispondría la administración pública para este tipo de viviendas.