Beber un par de cervezas antes de ponerse al volante o fumar un porro la noche anterior bastan para dar positivo en un control de alcohol o drogas. El consumo de sustancias estupefacientes es un auténtico cóctel molotov para la conducción, un riesgo que se multiplica en las fiestas navideñas y que ha llevado a Tráfico a marcar el mes de diciembre y la primera semana de enero en rojo en el calendario de vigilancia en la red viaria, en especial en las carreteras secundarias ya que concentran más del 90% de los accidentes de tráfico mortales. Los datos de siniestralidad en las vías gallegas revelan la influencia del consumo en la conducción: el 7% de los conductores implicados en un accidente mortal en la comunidad habían bebido alcohol y, al mismo tiempo, iban bajo los efectos de las drogas. Un porcentaje que supera el 35% en el caso de los automovilistas responsables de un siniestro con víctimas mortales que habían tomado una copa de más o habían consumido drogas.

De los 102 conductores responsables de algún siniestro mortal el año pasado en las carreteras gallegas, 23 revelaron consumo de alcohol, cinco de drogas, siete de alcohol y drogas, uno de alcohol y psicofármacos y otro solo de psicofármacos, según revela un estudio pionero realizado por primera vez en 2016 entre el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

A Coruña es la quinta provincia española con más conductores reincidentes por alcohol y drogas. En los últimos cinco años, más de 7.600 conductores han sido sorprendidos en más de una ocasión en las carreteras gallegas tras haber consumido alcohol o alguna sustancia estupefaciente. Las provincias de Pontevedra y A Coruña están entre las que presentan una mayor reincidencia por alcohol y/o psicofármacos. Pontevedra, con un total de 3.044 infractores con más de una sanción por ponerse al volante con una copa de más o bajo los efectos de las drogas desde enero de 2013 ocupa el cuarto puesto en el ranking nacional. Le sigue en el quinto, A Coruña, con un total de 2.671 reincidentes

Para tratar de frenar el consumo de alcohol y/o drogas al volante, la DGT ha puesto en marcha esta semana una campaña especial de vigilancia en la que los agentes realizarán en Galicia unas 18.000 pruebas de alcohol -casi 2.600 diarias- y unas 500 de drogas -unas 70 cada día-. "En torno al 40% de los conductores sometidos a un narcotest dan positivo", advierte el jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano.

Fiestas navideñas

En todo el mes de diciembre y la primera semana de enero, periodo que concentra el mayor volumen de desplazamientos de todo el año y la tasa más alta de accidentes mortales, las carreteras gallegas serán escenario de un total de 75.000 pruebas de alcohol y 2.000 de drogas, una media de 15.000 y 2.000 cada siete días, respectivamente.

"Desde comienzos de diciembre hasta después de Reyes, hay un ambiente en carretera que nos preocupa: desde el puente de la Constitución, hasta los desplazamientos a lugares de ocio, centros comerciales, cenas y comidas de empresas y con la familia", destaca Molano. "Lo principal es que nos divirtamos, estamos en fiestas -reconoce-, pero para eso hay que buscar alternativas: desde el uso del taxi, hasta el conductor alternativo o quedarse en el lugar a dormir".Invertir en seguridad

"Hay que invertir en seguridad, incluir esos gastos en el presupuesto que tengamos para estas fiestas", expone el teniente coronel Molano, quien además aconseja tener precaución ante el resto de usuarios de las vías:. "Aunque nosotros vayamos bien, hay que estar atento porque nos podemos encontrar con conductores que no lo vayan".

Las estadísticas revelan que un tercio de los automovilistas muertos en las carreteras gallegas lo habían hecho todo bien y fallecieron por conductas irresponsables o negligentes de otros. "Y también se debe adaptar la conducción a las condiciones meteorológicas", aconseja el jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, ya que en ocasiones se conduce a la misma velocidad haya o no luminosidad o cuando llueve o graniza que cuando las condiciones meteorológicas no son adversas.