Pisos, casas unifamiliares, garajes, solares, trasteros, naves industriales o locales comerciales. Las deudas con el fisco han provocado el embargo de miles de propiedades que salen a subasta a diario para que los contribuyentes salden sus impagos con las administraciones. Solo en las próximas dos semanas, en la recta final del año, los juzgados gallegos tienen convocadas un total de 72 subastas para colocar al mejor postor bienes valorados en cerca de 8,5 millones de euros, según el Portal de Subastas del Ministerio de Presidencia.

Basta con entrar en la dirección web subastas.boe.es para encontrar el mapa de pujas activas en cada provincia. En la información general de cada bien embargado se detalla el tipo de procedimiento -judicial voluntaria o en vía de apremio-, la cantidad reclamada, el valor de la subasta así el importe del depósito que debe hacer el interesado.

Una gran parte de los bienes no encuentra comprador y otros inmuebles no alcanzan el valor de mercado esperado. De hecho, la mayoría de las pujas celebradas en la comunidad quedan desiertas. La Xunta planteó a principios de años cambiar esta dinámica, sobre todo tras un año, 2016, en el que los ingresos por la venta de bienes embargados obtuvieron una recaudación inferior en un 83% a la lograda en 2015.

Provincias

Las provincias de A Coruña y Pontevedra concentran ocho de cada diez propiedades sacadas a subasta en la comunidad gallega en la recta final de año. Algunas pujas incluyen varios lotes, como es el caso de una subasta que finaliza el martes día 26, con 10 bienes en Culleredo, Carballo y A Laracha, por importes de entre 3.000 euros y hasta 65.000 euros y que incluye locales comerciales y fincas rústicas. El importe de los diez lotes es de 325.000 euros.

En total, son 28 las propiedades que se subastarán hasta finales de año en la provincia de A Coruña, con un valor que supera los 4,6 millones de euros, lo que supone casi el 40% de todos los bienes por los que se pueden pujar en Galicia en las dos próximas semanas y el 55% del valor de los inmuebles embargados en la comunidad que recoge el Portal de Subastas del Ministerio de Presidencia.

Es precisamente un juzgado de A Coruña el que subasta la propiedad de mayor importe en la comunidad, una vivienda en Sada por 2,1 millones y cuyo importe del depósito está fijado en 105.000 euros. En la lista también figura una casa en A Coruña por casi 560.000 euros y cuatro lotes que incluyen un solar y tres fincas por cerca de 518.000 euros.

Cuatro de cada diez bienes que se subastarán hasta final de año en la comunidad están en de Pontevedra: 29 propiedades un importe que alcanza los 3,2 millones (el 38% del valor total). De esta provincia, el bien con el valor de subasta más alto es un terreno en Mondariz por 490.000 euros, seguido de una vivienda y garaje en Vigo por casi 435.000 euros y otra vivienda en Sanxenxo que supera los 370.000 euros.

El volumen de bienes que se subastarán en las próximas dos semanas en Lugo y Ourense es mucho más bajo que el de las provincias atlánticas, con 12 y 3 pujas convocadas, respectivamente. El importe de los bienes por los que se podrá pujar en ambas provincias no llega a los 600.000 euros -370.000 en el caso de Lugo y poco más de 207.000 en Ourense-, lo que representa menos del 7% del valor total en Galicia.

Vía telemática

Desde hace dos años, los subastas son online, lo que deja atrás los procesos presenciales para hacerse con una propiedad en proceso de ejecución. Desde octubre de 2015, cualquier ciudadano puede pujar por un piso, una finca o un garaje embargado a través de un simple clic desde el ordenador de su casa o de su trabajo. Ya no hace falta levantar la mano en el juzgado o notaría de turno.

Esto permite pujar de manera más sencilla ya no solo por propiedades de la provincia de residencia sino de otras localidades limítrofes e incluso de otras comunidades autónomas. Además el proceso telemático permite multiplicar la publicidad de los procedimientos al facilitar información completa sobre el tipo de subasta como el bien en cuestión.

Uno de los objetivos que perseguía la implantación del sistema telemático en las pujas judiciales y notariales era poner fin al monopolio que durante años ejercieron en estos procedimientos los conocidas como subasteros profesionales. Estos cazadores de gangascazadores impedían acceder a quienes no formaran parte de su grupo a las mejores oportunidades que los tribunales y las notarías sacaban a subasta.