Desde el estallido de la crisis, los nacimientos de madres extranjeras ya no sirven para maquillar el descenso de población en Galicia.

Desde 2008, los partos de mujeres que no tienen la nacionalidad española se han desplomado casi un tercio.

Entre 2000 y 2008, año del estallido de la crisis, estos nacimientos se habían casi multiplicado por cuatro al pasar de 529 a 1.974. Sin embargo, desde entonces y hasta 2016, el volumen ha caído un 29,8% hasta los 1.259. En cambio, el total de nacimientos en la comunidad en los últimos ocho años ha disminuido un 23%, casi siete puntos menos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Y 2017 no parece que vaya a ser mejor. En el primer semestre, últimos datos disponibles, se han producido 8.870 nacimientos en Galicia de los que solo 626 han sido de madres extranjeras.

La inmigración ya ha dejado de ser, por lo tanto, uno de los motores demográficos de Galicia y los partos de madres que no tienen la nacionalidad española han dejado de servir para aumentar las cifras de población en la comunidad.

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Pese estas caídas, el peso de la inmigración en el crecimiento demográfico se mantiene, pese a una leve caída. Si en 2000, los nacimientos de madres extranjeras suponían solo el 3,8% del total, en 2008 se duplicaron hasta el 7,7% y en 2016 se han reducido al 7%.

La caída de los nacimientos ligados a la inmigración se ha producido en toda Galicia, aunque en algunas provincias el descenso ha sido mayor. Por ejemplo, en A Coruña, Pontevedra y Ourense el retroceso desde que arrancó la crisis ha sido superior al 30%, mientras que en Lugo solo ha llegado al 2,2%. La más damnificada ha sido Pontevedra con un desplome del 40% seguida de Ourense con un 35% y A Coruña con un 33%.

La natalidad vinculada a la inmigración en Galicia es aún mayor. A los 1.259 partos de madres extranjeras de 2016 hay que sumar otros 573 cuyo padre no es español, lo que representa el 10% de todos los nacimientos.

Las parejas mixtas -en las que uno de los dos progenitores es español y el otro no- son las más habituales en Galicia. En 2016 solo nacieron 464 niños y niñas -el 25% del total- con madre y padre extranjeros. En cuanto a los países de origen, la nacionalidad de las madres ha variado a lo largo de los últimos años.

La mayoría de las mujeres extranjeras que dieron a luz en Galicia durante 2016, según el INE, procedía de América y Europa, con 479 y 367 alumbramientos, respectivamente. Los del primer continente cayeron un 55% y los del segundo, un 13%, con respecto a 2008.

Pero el dato que más llama la atención son los partos de mujeres africanas que se habían incrementado entre 2008 y 2013 un 22%. En el periodo anterior a la crisis, entre 2000 y 2008, se había multiplicado por seis la cifra de mujeres procedentes de países como Marruecos o Senegal que tuvieron hijos en Galicia. Sin embargo, el porcentaje de nacimientos de mujeres ha caído entre 2008 y 2016 un 26%.

Pese a los descensos de los últimos años, América, y en especial el sur del continente, sigue aportando cuatro de cada diez partos de mujeres extranjeras en Galicia: 660.

En el extremo contrario, los países asiáticos son los que menos representatividad tienen en la estadística de natalidad en la comunidad (70 nacimientos), aunque, pese a todo, los partos de madres procedentes de este continente se han mantenido estables desde que comenzó la crisis.