Las lluvias provocadas por la borrasca Ana aumentaron el caudal de los ríos gallegos, pero no lo suficiente. Por eso, la Oficina Técnica da Seca propuso ayer mantener la declaración de alerta por sequía que se activó en octubre en toda la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa.

Los técnicos han apreciado, con carácter general, una recuperación de los caudales de un 30% respecto a los que llevaban los días previos a las lluvias. Sin embargo, y a pesar de esta subida, los ríos de la demarcación siguen un 52% por debajo del caudal que históricamente circula de promedio en esta época del año. Además, indicaron que es posible que bajen en los próximos días, ya que aún se está produciendo su estabilización después de las últimas precipitaciones.

En las cuencas del sur de la demarcación (Pontevedra) y del noroeste (la Mariña lucense) fue donde se notó una mayor mejoría, aunque la borrasca benefició a todas las cuencas.

En cuanto a la situación de los embalses, estos también mejoraron y el promedio se sitúa en el 65,9%, debido, sobre todo, al llenado del embalse de Eiras, que abastece a Vigo y su área metropolitana. Al ser el más grande influye bastante en el dato medio.

Si no se contabilizase para el cálculo del promedio de ocupación, el resto de embalses de abastecimiento ofrece un 51,9 %, un dato muy lejos del promedio histórico de los últimos diez años, un 68%.

La Oficina Técnica da Seca reconoce la mejoría en general, pero la situación sigue lejos de la situación de normalidad, y, a modo de ejemplo, expuso los datos de los embalses de Cecebre (abastece el área metropolitana de A Coruña) y Forcadas (área metropolitana de Ferrol) y que están un 20% por debajo del normal. En el sur, Zamáns (abastece a la ciudad de Pontevedra) se encuentra al 40% por debajo de lo normal o Baiona, un 50% por debajo también de lo normal.

Además de que el caudal de los ríos aún no se ha recuperado, la alerta por sequía continúa porque la predicción meteorológica para los próximos días muestra una semana seca, sin previsión de nuevas precipitaciones hasta después de la jornada de la festividad navideña, día en el que se prevé el desplazamiento del anticiclón. La Oficina Técnica da Seca volverá a analizar la situación a principios de enero.

La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, advirtió de que la sequía persiste en Galicia pese a la últimas lluvias. "No porque hubiese dos o tres días de intensas lluvias podremos decir que la sequía ha terminado", aseguró.

Por su parte, el conselleiro de Sanidad, Jesús Vázquez Almuíña, expresó ayer su preocupación por la calidad del agua potable distribuida en Vigo, algo "que no es de ahora, viene de hace bastantes años".

Almuíña recalcó que la Xunta ha reclamado al Concello de Vigo a hacer "cambios, especialmente en la potabilizadora del Casal" debido a sus "limitadas condiciones". Y abundó en que esos requerimientos se remontan a 2011 y obedecen a que siempre que el nivel de agua de la presa de Eiras bajaba del 40% de su capacidad "hay problemas de calidad".

Para el conselleiro de Sanidad, "es momento de que Vigo dé respuesta a una infraestructura básica para dar un agua de calidad".