Después de presentar a la secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido, como una de las políticas "que debería pasar a la historia en un rango similar a los de la Transición" por "salvar el Estado del Bienestar", el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dejó caer las demandas de Galicia en la negociación del la reforma del reparto de los fondos a las comunidades. "La Galicia de las certezas está creciendo por encima de la media española y esperemos verlo reconocido en el futuro modelo de financiación -subrayó Feijóo-. Nuestra excelente reputación no es casual".

La secretaria de Estado de Economía reconoció que los sucesivos cambios del sistema se centraron solo en avanzar en la corresponsabilidad fiscal de las comunidades y distribuir una mayor partida de recursos. "Ahora se trata de hacer un modelo que tenga en cuenta las especificidades y todos se sientan representados", insistió, con una referencia expresa a dos de las reivindicaciones históricas de Galicia.

"La financiación de un servicio no es igual cuando existe dispersión en el territorio", apuntó, ni tampoco "como ocurre también en otras comunidades, por el envejecimiento".

Sin poner fechas concretas, entre otras razones porque la negociación corre a cargo del Ministerio de Hacienda, Garrido aseguró que el modelo, después de la propuesta elaborada por los expertos designados por el Gobierno y las autonomías, está en fase de observaciones. "Una vez que se elabore, es importante decir que no es solo tarea del Gobierno, sino también de los grupos parlamentarios", apuntó Irene Garrido, que apeló a la colaboración del PSOE", gobernando en siete comunidades". "Tendrá -añadió- algo que decir".

A Garrido ni le gusta ni comparte la idea de que la recuperación de España es, sobre todo, obra y gracia de los famosos "vientos de cola". Desde el precio del petróleo, a los bajos tipos de interés, pasando por la compra en masa de deuda pública por parte del Banco Central Europeo. "Eso también afecta a otros países y España crece el doble que la media de los principales estados europeos", destaca Irene Garrido, que defiende el crecimiento "sano, equilibrado y sostenible" del PIB español.

En lo que sí coincide la política gallega es en el rechazo a la "autocomplacencia" por "las vulnerabilidades" que persisten -la todavía "alta" tasa de desempleo, especialmente- y "el incierto panorama" provocado por la situación de Cataluña. "Afecta a la economía catalana y podría llegar a afectar al conjunto del país", avisa la número dos del Ministerio de Economía, que rechaza la posibilidad de "quitas y condonaciones de deuda" a las comunidades dentro del futuro modelo de financiación.