Audasa, la concesionaria de la autopista AP-9, confirmó la semana pasada la subida del 3,81% en los peajes de este vial a partir de enero de 2018Audasaautopista AP-9peajes , mientras que el Ministerio de Fomento justificó el incremento remitiéndose a convenios firmados que ahora "hay que cumplir". Pero ese aumento no se hará por ahora en su totalidad. El ministro Íñigo de la Serna ratificó ayer que aunque la ampliación del puente de Rande estará operativa "en pocos días", Audasa no podrá aplicar desde el 1 de enero de 2018 la subida total del peaje que pretendía, de casi un 4%, sino que a principios de año tendrá que limitarse a aumentar los precios con solo la actualización del IPC, de un 1,91%. El retraso en la aplicación de la subida del 1,9% restante se debe a que, para que esta parte de la tarifa se pueda "poner en marcha", será necesaria la tramitación previa de un real decreto que tendrá que aprobar el Consejo de Ministros "en unos meses".

De la Serna explicó que "aún queda por aprobar" ese real decreto que contempla como ha quedado el puente. Para hacerlo es necesario un informe del Consejo de Estado, una tramitación que tardará "unos meses". Será a partir de ahí cuando se produzca la aprobación en el Consejo de Ministros, por lo que la parte de la tarifa asociada a la actuación "no se podrá poner en marcha" hasta que no reciba el visto bueno definitivo del Gobierno. El titular de Fomento insistió en que no puede determinar "en cuántos meses" se hará la subida completa porque desconoce cuánto tardará el Consejo de Estado en emitir su informe.

Ante el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y otras autoridades, el ministro se mostró dispuesto a "escuchar" y analizar "con cariño" en la comisión bilateral activada entre Xunta y Fomento la posibilidad de suprimir o bonificar el peaje entre Redondela y Vigo. Durante una visita a Santiago para inaugurar su nueva estación intermodal, De la Serna reconoció que el ministerio no se plantea en ningún caso asumir el coste de ese peaje. La única opción que baraja es costear su abaratamiento o la supresión con una subida del gravamen. Su planteamiento contrasta con el del presidente de la Xunta, quien poco antes abogaba porque las mejoras en la AP-9 no requieran encarecer el canon, en alusión al enlace al hospital de Santiago o a la mejora de la entrada de la autopista en las ciudades de A Coruña y Vigo.

Feijóo le había solicitado previamente que, del mismo modo que se hizo en A Barcala o Rande, el peaje de Redondela se bonifique o se elimine. El ministro aprovechó para destacar lo que considera "un gran hito" del Gobierno de Mariano Rajoy al asumir el coste de las bonificaciones de los peajes de A Barcala y Rande, con un coste "de 400 millones de euros hasta la finalización de la concesión".