Renfe eliminará de su red los sistemas de seguridad más anticuados, un proceso que comenzará este año. A partir del 30 de junio, las líneas de ancho ibérico ya no podrán contar con el ASFA analógico, determinante en el accidente que se produjo en O Porriño el 9 de septiembre de 2016 y en el que murieron cuatro personas y otras 48 sufrieron heridas. Además, en la líneas de vía estrecha, conocidas como FEVE, el tope de uso será el 30 de abril de 2019. En ambos casos, se obligará a instalar el sistema ASFA en su versión digital, que frena el tren en caso de exceso de velocidad si el maquinista no lo hace.

Esto último fue lo que sucedió precisamente en el caso de O Porriño, donde el tren descarriló cuando circulaba a casi 120 kilómetros, cuatro veces por encima del límite impuesto en ese punto. Después del siniestro, el Gobierno central se comprometió a instalar el ASFA digital en ese punto, aunque un año después del suceso solo se había realizado el cambio en algunos trenes, mientras otros circulaban aún con la versión más anticuada.

En la actualidad, según fuentes del sector, todos los trenes Celta que realizan el trayecto entre Vigo y Oporto circulan ya con el sistema ASFA digital y está previsto que, en el caso de que por algún problema técnico este no funciones, el maquinista procedente de Portugal esté acompañado a partir de la entrada en Galicia por otro técnico de España.

El plazo para eliminar el ASFA analógico figura en el real decreto aprobado por el Gobierno el pasado diciembre para reformular el cambio aplicado al reglamento de circulación ferroviaria en 2015, una de las medidas prometidas tras el descarrilamiento de un Alvia en Santiago en 2013, en el que fallecieron 80 personas, si bien en aquel caso el siniestro se produjo en un punto donde no funcionaba el sistema de control más seguro empleado en las líneas de alta velocidad (ERTMS). El Boletín Oficial del Estado publicó ayer el texto.

Se trata, por tanto, de la segunda modificación de las normas para dirigir los convoyes en menos de dos años con el objetivo de "corregir errores de redacción, realizar precisiones adicionales, clarificar contenidos que ofrecían dudas al lector o corregir determinadas carencias detectadas", según alega el Ministerio de Fomento.

Los cambios en el sistema de seguridad reducirán el riesgo de accidentes en los trenes que enlazan Vigo con Oporto como el que descarriló en 2016 en O Porriño. En aquel caso, se comprobó que el maquinista, que falleció en el accidente, respondió a las señales del ASFA analógico que le alertaban del exceso de velocidad, pero el tren no redujo. La versión digital del sistema sí lo hubiese frenado, además de ofrecer más información sobre la velocidad permitida en cada punto del trazado. Será incorporado también a los trenes que enlazan Vigo con Valença do Minho y Pontevedra y Ourense y O Carballiño, así como algunos que realizan viajes en el interior de la comunidad.

Para realizar estos cambios deberá modificar los equipos situados en las balizas colocadas junto a las vías y los sistemas incorporados en cada máquina.

Además, también se pone fecha límite para retirar los sistemas de bloqueo telefónico de los trenes, fijado para el 15 de enero de 2024. El plan para aplicar esa medida deberá ser presentado antes del 15 de seguridad a la Agencia Española de Seguridad Ferroviaria, según los plazos que contempla el decreto publicado ayer en el BOE.