Las intensas lluvias caídas sobre A Coruña a última hora de ayer, acompañadas de granizo y de un fuerte viento, obligaron a los bomberos y a la Policía Local a multiplicar sus intervenciones, aunque ninguna de las incidencias fue de importancia, según la información facilitada al cierre de esta edición.

Las precipitaciones motivaron inundaciones en varias viviendas, el desbordamiento de alcantarillas y el atasco de canalones, así como el desprendimiento de objetos e incluso un pequeño incendio en un panel publicitario en la plaza de Ourense. La alerta naranja decretada por el temporal había llevado al Concello a impedir el paso a los parques y jardines ante la posibilidad de la caída de árboles y ramas, lo que evitó accidentes de este tipo en las zonas verdes. La posibilidad de que el fuerte oleaje causara también problemas en la costa llevó a que se precintaran los accesos a las playas y a las zonas del litoral más azotadas por la acción del mar.