La vivienda usada se consolida como el principal atractivo inmobiliario en Galicia. Por tercer año consecutivo, las ventas de pisos de segunda mano superan las llaves entregadas a los inquilinos que estrenan inmueble. Y lo hacen con unas cifras récord: el 75% de las operaciones de compraventa realizadas entre enero y noviembre en la comunidad gallega son de casas de segunda mano, según el balance hecho público ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este tipo de inmuebles atrae a cada vez más compradores, ya no solo por el precio más asequible, sino también por su menor gravamen fiscal y su mayor facilidad de financiación. A falta de los datos de diciembre, el sector inmobiliario en Galicia cierra 2017 con el mejor balance de los últimos seis años: 13.536 viviendas vendidas, de ellas 10.169 usadas y 3.367 nuevas. Estos datos suponen un aumento respecto a los primeros once meses de 2016 del 9,18%, aunque se quedan todavía muy por debajo de las más de 26.000 ventas formalizadas antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

Las ventas de viviendas de segunda mano el año pasado crecieron más de un 15% en Galicia, al pasar de las casi 8.800 de los primeros once meses de 2016 a las más de 10.100 del mismo periodo de 2017. Por el contrario, las transacciones de pisos a estrenar cayeron casi un 6,5% -3.367 el ejercicio pasado frente a 3.600 un año atrás-. Los inmuebles usados toman el mando en el sector inmobiliario gallego por tercer año consecutivo. Suponen ya el 75% de las operaciones, el máximo histórico en la comunidad, por encima del 71% que representaban en el mismo periodo del año anterior y a gran distancia del 40% que suponían cuando estalló la crisis del ladrillo en 2008.

En Galicia, el mercado inmobiliario avanza. A un ritmo más lento que en el resto del territorio, pero lo hace sin pausa. Hay que tener en cuenta que la crisis de la construcción llegó a la comunidad más tarde que en comunidades del Levante o de la costa andaluza, lo que implica un retraso en la recuperación de las operaciones de compraventa.

Entre enero y noviembre del año pasado, en España se vendieron más de 432.000 viviendas, casi un 15% más que en el mismo periodo de 2016. Las transacciones realizadas en Galicia suponen poco más del 3% del total en el país, según datos del INE. Todas las comunidades cierran 2017 con estadísticas al alza. Aunque Galicia es la segunda por la cola (+9,18%), solo por detrás de La País Vasco (6,3%). También por debajo de la media nacional se encuentran otros seis territorios: Navarra (10,53%) Extremadura (10,88%), Canarias (11%), Castilla y León (12,16%), Murcia (12,23%) y Andalucía (12,72%). En el extremo opuesto del mapa inmobiliario están Castilla-La Mancha (23,19%), Murcia (19,55%), Comunidad Valenciana (17,56%) y Baleares (17,37%).

Ahora bien, en cifras absolutas el mayor volumen de ventas se concentra en Andalucía (más de 83.000), seguida de Cataluña (71.620), Murcia (65.482) y Comunidad Valenciana (63.532). Por la cola, La Rioja (2.839), Navarra (4.757) y Cantabria (5.122).

Provincias

En Galicia, las más de 13.500 viviendas vendidas entre enero y noviembre suponen la mejor marca desde 2011. Entonces se superaron las 15.000 ventas en los primeros once meses del año, pero apenas 6.000 eran pisos de segunda mano y más de 9.400 eran inmuebles a estrenar.

Por provincias, A Coruña concentra el grueso de las ventas realizadas el año pasado (42,5%), seguida de Pontevedra (34,8%) y, finalmente, Lugo (12%) y Ourense (10,7%). Lugo es la excepción en el mapa inmobiliario gallego, ya que es la única provincia donde cayeron las operaciones inmobiliarias (-2,8%).

A la cabeza de las transacciones en la comunidad se sitúa Pontevedra, con un aumento de las ventas del 21,35%; seguida de Ourense (11,36%) y, finalmente, A Coruña (3,74%). En el conjunto del mercado inmobiliario gallego, durante el último año tan solo disminuyeron las ventas de vivienda nueva en A Coruña y Lugo, en el resto de operaciones se mantuvo la tendencia al alza.

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