El requisito fundamental para la confección de un bastón de mando es la medida, de 0,65 centímetros, pero hay otros añadidos. Suelen ser de madera noble, con empuñaduras de plata, algunas incrustaciones y cintas. Su confección sale normalmente de los talleres de orfebres locales, como la joyería Oyalia en Santiago o la de Ramón Fernández en la calle Príncipe de Vigo. "Son obras de carácter menor, no son comparables a, por ejemplo, la maza del rector de la Universidade de Santiago", comenta Monterroso. Entre los concellos consultados, ninguno guarda la historia particular del bastón de mando de la ciudad, más allá de algunos detalles como el material de fabricación. En las ciudades se suele encargar de su cuidado y custodia el personal responsable de protocolo, que en ocasiones conoce algún dato de la vara, pero en los concellos pequeños apenas se tiene conocimiento de la antigüedad o historia del bastón.