Tras descartarse por enésima vez para dar el salto a la política estatal y reconocer que no se plantea optar a la reelección en 2020, el presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, esbozó ayer el retrato robot de su relevo una vez concluya la presente legislatura. Expuso dos requisitos: juventud y experiencia en la gestión pública, aunque este punto lo amplió a Ejecutivo central, Xunta, concellos y diputaciones, para evitar acotar las opciones.

El dirigente señaló las elecciones municipales del año que viene como el objetivo que debe ocupar la mente de los miembros de su formación, pero las preguntas sobre su relevo permitieron que apuntase pistas sobre las características de su sucesor y que señalase el último año de la legislatura -2020- como momento en el que su partido deberá abordar su elección.

"El PP tiene que seguir renovándose con personas jóvenes y con experiencia que ejecutaron decisiones complejas", respondió en alusión a la gestión durante la crisis económica. "Tiene un cuadro de personas que puede optar a esa posible candidatura en 2020, no antes, espero", destacó sobre la cantera de su formación. "Soy de los que cree que es bueno que la gente tenga experiencia. No le daría la delegación de Europa Press a alguien sin experiencia", ilustró en respuesta a la pregunta de la periodista de ese medio sobre si era requisito para su sucesor haber formado parte de la Xunta. "Para gobernar Galicia también es importante tener experiencia en la gestión de los recursos en concellos, diputaciones, la administración central del Estado...", enumeró.

El debate sucesorio ya arreció en 2016, cuando Feijóo fue aplazando la decisión sobre optar a un tercer mandato tras haber logrado mayoría absoluta en 2009 y 2012. La presión de su partido y el compromiso con Galicia fueron alegados por el dirigente popular para volver a ser candidato, anuncio que realizó cinco meses antes de los comicios de septiembre de aquel ejercicio. En aquella época, reconoció la oferta de Mariano Rajoy para incorporarse al Ejecutivo central, aunque sin concretar el puesto.

Feijóo cerró de nuevo la puerta a esa opción esta semana en respuesta a preguntas sobre la publicación por parte de El Mundo de que dirigentes del PP pedían su fichaje para el Gobierno central. "Cumpliré mi contrato con los gallegos, que termina en 2020, y las elecciones generales son antes", expuso también sobre su presencia en una candidatura estatal. Sobre las autonómicas, aseguró: "Honradamente, digo que no me planteo un cuatro mandato".

Sucesión

Tras la reunión semanal del Consello, Feijóo señaló 2020 como momento para afrontar una sucesión en el PP, que diferenció de su llegada al frente del mismo en 2006. "La sucesión de Fraga no fue fácil, la mía será más fácil", proclamó. "En el último año de la legislatura el partido tiene que concretar su propuesta. Y aquí no hay más opciones que las que el partido decida en un congreso", dijo antes de recordar su propia elección. "Entonces, en 2006, se decidió quién era también candidato a la presidencia de la Xunta. Tenemos experiencia", rememoró.

También se refirió a las encuestas que vaticinan que Ciudadanos sería la fuerza más votada en unas generales tras serlo en las catalanas. "Nos deben estimular para seguir mejorando", apuntó señalando que C's rentabilizó las decisiones del Gobierno central en Cataluña. "En Galicia el PP debe hacer lo que hace: gobernar, no llegamos a la política a aprender ni vamos a hacer un cásting para las municipales. Pondremos candidatos que conocen sus concellos y pueden gobernar", zanjó.