A principio de esta década, la Xunta comenzó a implantar, de forma muy progresiva, un nuevo sistema de acreditación digital para agilizar las tareas de los empleados públicos -mediante la firma digital-, que al mismo tiempo sirve para controlar el horario de entrada y salida del puesto de trabajo y garantizar así que se completa la jornada laboral. Ya desde el principio la Xunta comprobó que había empleados que pese a saberse controlados por un sistema mucho más preciso que los anteriores, no llegaban a completar las horas que estipula su jornada diaria. Se mandaron entonces avisos generales mediante correos internos advirtiendo de este comportamiento y conminando a cumplir con el horario. Pero se ve que algunos funcionarios no hicieron caso a esos apercibimientos y de forma reiterada no completan su jornada laboral. Por ello, la Consellería de Presidencia ha abierto 25 expedientes contra empleados públicos por incumplimiento del horario de trabajo desde que se ha extendido la implantación del nuevo sistema de control, llamado Kr onos.

El despido de un empleado público es un procedimiento tremendamente complejo, pero la administración sí cuenta con un régimen de sanciones para corregir comportamientos indisciplinados que varían en función de la categoría del trabajador (personal laboral, interino, funcionario...) y que puede ser suspensión de empleo y sueldo por un determinado plazo, suspensión de funciones, traslado forzoso sin cambio de destino o con él, bloqueo de la promoción interna durante un periodo de tiempo o la inhabilitación para determinados puestos.

"La aplicación Kronos permite contemplar las peculiaridades de cada jornada laboral y está facilitando su cumplimiento y la posibilidad de flexibilizarla o trabajar desde casa, siempre y cuando se cumplan los requisitos legales", destaca la Consellería de Presidencia.

De todas formas, el ritmo de implantación del programa Kronos va bastante más lento de lo calculado inicialmente. Se estimaba en que entre los años 2013 y 2014, cuando estaba previsto su expansión, el sistema afectara a 20.000 empleados públicos, pero a estas alturas solo hay acreditados 13.915 trabajadores, según los últimos datos aportados por el departamento de Alfonso Rueda. Por lo tanto, aún quedaría fuera del control horario digital una cuarta parte de los trabajadores de la Administración autonómica para los que está diseñada esta aplicación, dado que el personal de los centros docentes, el de justicia, el del Sergas y de las fundaciones y sociedades mercantiles están exentos.

El control digital sustituye a la tarjeta de banda magnética para fichar que no garantiza un control efectivo de todas las entradas y salidas y tampoco permite verificar si fue el titular de la tarjeta quien la usó y otra persona. Las tarjetas digitales están provistas de tres dispositivos: un chip criptográfico, que incluye entre otros certificados digitales el de personal al servicio de las Administraciones públicas; una banda magnética, que contendrá los datos del profesional para su empleo en los sistemas de información a los que tenga acceso; y la identificación por radiofrecuencia para el control de entrada en lugares de paso restringido.

La introducción de esa acreditación en el lector con que se equipará a cada ordenador facilitará al Ejecutivo autonómico toda la información relacionad con los horarios y con los hábitos laborales de sus trabajadores.