Galicia se mantiene como una de las puertas de entrada de la droga que se distribuye por toda Europa. Años después de que los grandes capos del narcotráfico estableciesen rutas alternativas al desembarco de alijos procedentes de Suramérica, la costa gallega es uno de los principales destinos a los que llega la cocaína para ser distribuida en el mercado español y europeo. En la actualidad, España se incauta del 40% de la cocaína de toda Europa, tal y como detalló ayer el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, durante su visita a la Brigada Central de Estupefacientes como motivo de su 50º aniversario. Las operaciones promovidas desde el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) en Galicia, aunque no se saldasen con arrestos en aguas gallegas sino en otros puntos calientes del Mediterráneo, han permitido la aprehensión de entre un 10% y un 15% de la cocaína procedente de Suramérica, según estimaciones de personal de Aduanas en la comunidad.

Los principales países de los que proceden los alijos de cocaína enviados a España son Brasil, Chile, Panamá, Perú, Colombia, Ecuador y Costa Rica. Y como destino de los contenedores, destacan los puertos gallegos de Vigo y Marín, así como los de Algeciras, Valencia y Barcelona.

El blindaje de la costa española en general y de la gallega en particular durante los últimos años han llevado a los capos de la droga a buscar otras rutas, como los puertos de Amberes o Hamburgo, entre otros. En la visita de Zoido, la unidad Central de Estupefacientes situó a España como "un muro de contención contra el narcotráfico" y destacó la "efectividad policial" que "está obligando a los capos de la droga a salvar la barrera española abriendo nuevas rutas en Europa por Bélgica y Holanda".

Funcionarios de Aduanas en Galicia estiman que del 40% de la cocaína incautada en toda Europa por parte de España, al menos un 25% es gracias a investigaciones puestas en marcha por agentes del (SVA) en la comunidad y dispositivos integrados por plantilla de la unidad gallega, aunque operen a bordo de los buques de operaciones especiales Petrel, en la actualidad con base en Las Palmas, o Fulmar, asentado en Cádiz.

La forma más habitual para introducir la cocaína es el método del denominado gancho ciego, en el que tanto el remitente como el destinatario son conscientes de que el envío está siendo utilizado para el tráfico de mercancías ilícitas. Los expertos policiales han detectado un nuevo modus operandi por parte de los narcotraficantes para introducir la droga denominado dropp off. Con este sistema colocan un dispositivo de geolocalización de droga que posteriormente es lanzada en bultos preparados desde buques mercantes legales en los que la organización mantiene connivencia con parte de la tripulación. Luego la recogen cerca de la costa en pequeñas embarcaciones de recreo o pesca para su posterior introducción en los puertos marítimos españoles.

Durante la reunión mantenida por Zoido en la Brigada Central de Estupefacientes se dio un balance del año pasado en España, con un total de 477 toneladas distribuidas, 23 más que en 2013 cuando se alcanzó un récord histórico con 454 toneladas. El volumen de la cocaína incautada se disparó en un año más de un 115%, las intervenciones de heroína aumentaron un 88,46% y las de marihuana, casi un 56%.

Según los datos provisionales, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado aprehendieron el año pasado un total de 32.795 kilos de cocaína frente a los 15.238 del año anterior. De heroína se decomisaron 441 kilos (234 el ejercicio anterior), de marihuana más de 16.600 (10.686 el año anterior) y más de 816.000 plantas de cannabis, frente a las más de 566.000 de 2016, informa Europa Press.