Las sentencias por delitos relacionados con la seguridad vial superan el 41% de las dictadas en Galicia

En concreto, según ha apuntado el fiscal, en 2017 se produjo en Galicia un incremento del 2 por ciento de los delitos relacionados con la seguridad vial, que pasaron de 7.001 a 7.154. Asimismo, los fiscales calificaron 5.497 delitos, frente a los 5.397 de hace un año, y se dictaron 5.660 sentencias en la materia.

Carlos Gil ha incidido, en relación a estas cifras, que son A Coruña y Pontevedra las provincias en las que destaca una mayor incidencia de sentencias relacionadas con delitos por seguridad vial, con un 41 y un 37 por ciento del total. A distancia se sitúan Ourense (12 por ciento) y Lugo (10 por ciento).

No obstante, el fiscal ha destacado que lo significativo es el lugar que este tipo de delitos supone entre los cometidos en Galicia (un 7 por ciento) y entre las calificaciones totales realizadas por el Ministerio Fiscal (casi un 35% por ciento). A mayores, representa el 41% del total de sentencias dictadas en Galicia el pasado año.

Del mismo modo, Carlos Gil ha puesto de relevancia que el 93% de todos los delitos contra la seguridad vial cometidos en Galicia han tenido en su causa el consumo de alcohol o drogas y la conducción sin carnet.

Tra destacar la "implantación cultural" del consumo de alcohol asociado a la conducción en Galicia, el fiscal delegado ha apostado por "destinar la mayoría de los esfuerzos" al ámbito de los conductores sin carnet y a la conducción bajo los efectos de alcohol o drogas, dado que suponen las causas más frecuentes.

Vigilancia y control

Carlos Gil ha indicado también que los agentes relacionados con tráfico realizan "cada vez con más intensidad" labores de vigilancia y control de las conductas de peligro en la carretera.

"No importa tanto la gravedad o importancia de las penas y medidas con que se pueda castigar estos delitos como el hecho de que se tenga la completa seguridad de que, si se cometen, se van a perseguir y sancionar sin dejar espacio a la impunidad", ha dicho Carlos Gil.

Por parte de la Guardia Civil de Tráfico de Galicia, ha destacado, se realizaron más de 790.000 controles de alcoholemia y más de 8.000 de drogas (el 44 por ciento positivos), que dieron lugar a casi 11.000 y 3.680 denuncias, respectivamente.

Del mismo modo, el cuerpo realizó cuatro millones de controles de velocidad, que supusieron casi 140.000 denuncias.

Entre otros elementos, el fiscal ha destacado la importancia de las labores de control sobre la capacidad de conducción, un tema que ha adquirido relevancia sobre todo a raíz de los problemas generados por conductores de edades elevadas.

En general, los grupos de investigación y análisis de tráfico han requerido a conductores para someterse a un reconocimiento extraordinario tras apreciarse indicios por parte de la Guardia Civil de que no reunían las condiciones psicofísicas necesarias para conducir. En total, el pasado año se realizaron 47 controles en A Coruña, 63 en Pontevedra, 71 en Ourense y 39 en Lugo.

Del mismo modo, se ha estudiado, entre 2015 y 2016, los accidentes con conductores de más de 75 años fallecidos o que han provocado "siniestros graves", así como casos propuestos por los agentes. Sobre esta cuestión, Carlos Gil ha destacado que el control "se ha ido incrementando" y que en 2017 han sido 298 las propuestas realizadas para la realización de reconocimientos de aptitudes.

Además de la labor preventiva de este tipo de actividades, el fiscal delegado ha hecho hincapié en su relevancia para detectar "responsabilidades", administrativas o penales, de algún Centro de Reconocimiento de Conductores que no haya realizado su función "correctamente".

Tras las diligencias realizadas, seis supuestos fueron remitidos a los tribunales correspondientes de orden penal, por si los hechos denunciados pudiesen constituir un delito de falsedad documental por la expedición de un certificado psicotécnico "sin cumplir las mínimas exigencias legales".

No obstante, el fiscal ha admitido que "gran parte de la problemática" en relación a este ámbito radica en "la imposibilidad" que tienen estos centros de "conocer el verdadero estado de salud" de estas personas, ya que "solo pueden obtenerlo a través de las propias manifestaciones del examinado", que puede "ocultar" datos relevantes.

Frente a ello, esta situación podría "solventarse" facilitando a los centros de control acceso "a la historia médica o a cuanto menos los hechos relevantes de salud que pueden afectar a la conducción" de los examinados.

Educación y mejora de las vías

De cara a mejorar la situación de la seguridad vial en Galicia y reducir los índices de siniestralidad, Carlos Gil se ha decantado fundamentalmente por la educación.

Al mismo tiempo, ha apostado por incidir en "otros aspectos relevantes", como el diseño de un estatuto jurídico del peatón y del ciclista, la mejora del estado de las vías y señalización, la reducción y los límites de velocidad o el control del estado de los vehículos. "En definitiva, una estrategia global y científica ante las nuevas realidades", ha apostillado.

Para Carlos Gil, las víctimas de los sucesos de tráfico "han sido las grandes olvidadas del proceso penal y de la sociedad", que, "en muchas ocasiones", las ha "despreciado y olvidado, convirtiéndose el procedimiento penal en un simple mercado en el que se han cambiado penas por indemnizaciones".

Por ello, ha garantizado, la Fiscalía de Seguridad Vial presta especial atención a informar, asesorar y escuchar a las víctimas de este tipo de sucesos.

Como retos futuros en este ámbito, el fiscal ha recordado la necesidad de "mejorar el componente emocional de los accidentes de tráfico" a través de la asistencia psicológica a las víctimas, formar de forma específica a las personas dedicadas al trato con las mismas y profundizar en la concienciación de las instituciones y de la sociedad en general.