La Xunta reclamará al Gobierno que transfiera igualmente a Galicia los 320 millones que le corresponden de la financiación autonómica para este año aunque no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado. El Ministerio de Hacienda había prometido en julio de 2017 un incremento de las entregas a cuenta a las comunidades autónomas ante la previsión de una mayor recaudación del IVA e IRPF. Sin embargo, el departamento de Cristóbal Montoro avisó a principios de enero de que no podría transferir estos fondos hasta que no se aprobaran los presupuestos estatales, que se encuentran bloqueados por la falta de apoyos en el Congreso. Esto obligaría a recortar las cuentas gallegas que ya están aprobadas. Sin embargo, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pidió ayer en el Parlamento "tranquilidad" y aseguró que requerirá al Estado que apruebe la transferencia de los fondos que corresponden a Galicia mediante un decreto ley.

"No es la primera vez que, ante presupuestos prorrogados, las entregas a cuenta quedan condicionadas", dijo Feijóo quien aclaró que ya ocurrió lo mismo el pasado año. El titular de la Xunta advirtió de que Galicia tiene "capacidad financiera para seguir ejecutando la totalidad del presupuesto". "Y en caso de que el PSOE vuelva otra vez a no querer los Presupuestos del Estado siempre quedaría la posibilidad de un decreto ley", señaló.

El ministro de Hacienda fijó ayer como fecha límite para aprobar los Presupuestos del Estado de 2018 en Consejo de Ministros la primera semana de abril, con el objetivo de evitar que su tramitación parlamentaria se solape con los del ejercicio 2019.

Los 321 millones que corresponden a Galicia dentro del sistema de financiación autonómica no es la única partida que depende de la aprobación de las cuentas del Estado para este año 2018. Galicia debe recibir también 120 millones del Estado para costear la subida de un 1% del salario de los funcionarios. Sin embargo, el ministro de Hacienda ya garantizó que los empleados públicos se beneficiarán de este incremento en sus retribuciones aunque se tengan que prorrogar los presupuestos actuales.

Para el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, Feijóo es "pasivo y sumiso" y su posición para negociar el nuevo modelo de financiación autonómica. Aludió a los 320 millones que pueden "desaparecer" del margen presupuestario de Galicia y a que todavía no se ha prorrogado el Impuesto de Patrimonio, lo que podría detraer a la comunidad gallega otros 70 millones.

Pero Feijóo "tranquilizó" al portavoz socialista puesto que le aclaró que este año se liquidará el Impuesto de Patrimonio correspondiente al ejercicio 2017 y, por lo tanto, los ingresos "están blindados haya o no presupuesto". Y añadió que "queda todo el año" para prorrogar este tributo de cara a 2019. A Leiceaga no le convencieron las explicaciones. "Usted lleva esta discusión al debate de su política impositiva que es un fracaso porque da regalos y no impulsa reformas", criticó.

"¿A usted le parece un regalo suprimir el Impuesto de Sucesiones para el 99% de los gallegos?", le interpeló el jefe del Ejecutivo autonómico, quien recordó que comunidades socialistas como Andalucía y Extremadura acaban de rebajar también este tributo.

El portavoz socialista, sin embargo, insistió en que el presidente de la Xunta da la imagen de que a Galicia "le sobran recursos" y lamentó que deja "pasar meses y meses sin que haya financiación nueva". "Parece que ha declarado una tregua. En vez de sacar la bandera de Galicia, usted saca la bandera blanca", criticó.

Por último, el portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, denunció que Feijóo "no sabe" lo que ocurre en la sanidad pública porque no es -dijo- usuario. "Está colapsada, no por la gripe A o B, sino por la gripe PP, que es la mala gestión del sistema público gallego", acusó Villares, quien agregó que, no obstante, la sociedad gallega ya "está desarrollando buenos anticuerpos". Villares pidió recuperar las "1.700 plazas" en la sanidad gallega que se perdieron desde que Feijóo llegó a la Xunta como consecuencia de los "recortes". "No desaparecieron, las eliminaron", recriminó el dirigente de En Marea, quien indicó que sería personal que "podría estar trabajando si quisiesen".

En el último momento, el Ministerio de Fomento incluyó a Zaragoza y Pamplona en el Corredor Atlántico de mercancías ferroviarias para corregir, según dijo el ministro Íñigo de la Serna, "una injusticia histórica".

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, insiste, sin embargo, en que si Galicia ha quedado fuera ha sido por un acuerdo del Gobierno de Zapatero en Bruselas.

La portavoz del BNG, Ana Pontón, reclamó a Feijóo que "deje de comportarse como un subordinado de Rajoy" e impulse "una agenda gallega". Así, le exigió que demande al Estado 150 millones más para dependencia, la transferencia de la AP-9 y la modernización del ferrocarril. "Porque el AVE va a llegar antes a la Luna que a la comunidad gallega", ironizó. La nacionalista denunció además el mal estado del ferrocarril en Galicia. "Se cae a cachos", lamentó. Y recordó que Galicia ha quedado fuera del Corredor Atlántico que sí llegará hasta Zaragoza y Pamplona. La nacionalista recriminó a Feijóo que el PP "votó en Bruselas en contra de que Galicia entrase".

El presidente de la Xunta aseguró lo contrario: "fue un gobierno del PP el que consiguió que Galicia se conectase con la red transeuropea de ferrocarril". Además, defendió que "su nivel de exigencia con el Gobierno es dos veces superior que el que tenían PSdeG y BNG con el Ejecutivo de Zapatero".

En la discusión Alberto Núñez Feijóo recriminó que es el BNG quien no tiene "agenda propia". "Quiere el sistema de cupo porque lo tienen los vascos y el independentismo catalán. El de ustedes es un nacionalismo de corta y pega", censuró el presidente gallego.