Podemos depurará su censo de inscritos de aquellos militantes fantasma sin identificar. El partido aplicará en Galicia en las próximas semanas la máxima aprobada por la dirección estatal para exigir a sus bases una copia de su documento nacional de identidad (DNI) para así lograr su "credencial", el equivalente al carné de militante del resto de formaciones, y certificar así que todas las personas que se alistaron a su proyecto por vía telemática son reales. En Galicia, el proceso de "verificación" afectará a 22.000 integrantes, de los que 14.700 se encuentran "activos".

La líder morada en la comunidad, Carmen Santos, anunció el inicio de este cambio en su organización que resultará capital en decisiones internas como la relativa a la fórmula de participación en las elecciones municipales del año que viene, las primeras de este tipo en que participará, tras no hacerlo en las de 2015. Aunque será la agrupación de cada concello la que decida cómo acuden a las urnas -en solitario, en coalición o apoyando a mareas ya existentes-, la votación se realizará en función del nuevo censo. De esa manera, Podemos se asegura que cada voto corresponderá a una única persona, algo no garantizado con el sistema de inscripción telemática sin exigir DNI. De hecho, este punto ya enfrentó al partido con los impulsores de En Marea en el verano de 2016 cuando estos exigieron esa identificación a las bases moradas -como hacían a las suyas- para participar en las primarias para configurar las listas de las elecciones autonómicas. Finalmente, se retiró ese requisito para que los de Pablo Iglesias pudiesen participar.

En agosto de ese año, votaron en la consulta sobre la fórmula de concurrencia a aquellos comicios 6.053 personas, el 42,5% de los inscritos activos, característica que el partido otorga a quienes participasen en alguna consulta interna en el último año, lo que evidenciaba la diferencia entre el censo real y el nominal.

En la actualidad, Podemos cuenta con 22.000 inscritos, según las cifras expuestas ayer por Santos, acompañada de Juan Merlo, secretario de Organización, y de Rogelio Santos, responsable de Mar de la cúpula gallega. De esa cifra, 14.700 estaban "activos" durante el segundo semestre del año pasado, dato que Merlo destacó en un momento sin consultas internas de calado tras el cónclave de Vistalegre II a comienzos del mismo.

Las formaciones de izquierda afrontan varios procesos de actualización interna a un año de las municipales. Marea Atlántica, por ejemplo, modificó sus normas internas el pasado fin de semana, al eliminar las primarias para elegir su dirección y lista electoral, proceso saldado con la votación de menos de 150 personas, frente a las 600 que participaron en 2015.

Por otro lado, Podemos también exigió ayer conocer los gastos de los "viajes de turismo político" del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que inicia hoy una visita a Israel para potenciar los lazos económicos cuatro años después de que este país declarase "enemigo" al Parlamento de Galicia por una declaración sobre el estado de los palestinos. Además, el Gobierno israelí negó la entrada al país hace dos semanas a varios diputados del Congreso, entre ellos el gallego Antón Gómez-Reino (En Marea). Carmen Santos cree que la visita es una excusa de Feijóo para "hacer contactos y agenda" de cara a garantizarse en el futuro una "puerta giratoria" en una empresa.