El Índice de Desarrollo de Servicios Sociales (DEC) pone cada año cifras a la inversión, la cobertura y los derechos garantizados entre comunidades y revela las grandes diferencias entre autonomías, pese a que la desigualdad entre territorios se va acortando. Una de las causas que explican las diferencias de cobertura según la comunidad tiene que ver con el gasto en esta materia que realizan las Administraciones públicas -Ejecutivo autonómico y concellos- en cada una. Y sobre todo, el porcentaje de la inversión que se financia con transferencias de las comunidades. A nivel nacional, según un informe elaborado con datos de 2017 del Ministerio de Hacienda por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, esa proporción supera el 26%, más de la cuarta parte. Las cifras más bajas en la financiación de los servicios sociales locales se dan en Murcia, La Rioja y también Galicia, que ocupa el tercer puesto por la cola. En las tres autonomías el peso de la inversión autonómica es inferior al 18%.

En el otro extremo se sitúa Andalucía, la autonomía que contribuye en mayor medida a costear los servicios sociales de sus concellos y diputaciones porque casi la mitad de sus cuentas en este ámbito -el 45,6%- proceden de transferencias de la Junta andaluza. Destaca Asturias con un 44,5%. Cantabria, Navarra, Extremadura, País Vasco y Castilla y León se colocan también por encima de la media estatal.

Si se tiene en cuenta el presupuesto definitivo en servicios sociales que resulta de la suma de las aportaciones de autonomías y concellos, Galicia también aparece en las últimas posiciones. Con 274,91 euros por habitante y año, registra la tercera cifra más baja, solo por encima de los 251,16 euros de la Comunidad Valenciana y de los 262,39 de Murcia. La inversión en la comunidad gallega se mantiene prácticamente sin variación desde 2015, año en el que se inició la recuperación tras los recortes de 2013. Aún así, el gasto actual en servicios sociales en Galicia está un 23% por debajo de los 339,69 euros de la media estatal. La diferencia es mayor con autonomías como País Vasco y Navarra, que con 611,8 y 600,37 euros por habitante respectivamente, suponen el doble de la cuantía gallega.

El porcentaje del PIB autonómico que representa la inversión de Galicia en servicios sociales es del 1,29%, una décima inferior a la de 2011 y menos que la media del conjunto de España, que se situó en 2016 en un 1,42%. El de la comunidad gallega es el quinto porcentaje más bajo de toda España. En lo más alto de la clasificación figura Extremadura, que con un peso del 2,7% en el PIB, sobrepasa hasta tres veces la proporción de apenas el 0,94% que representa la Comunidad de Madrid cerrando la lista.

En cuanto a la importancia que tiene el gasto en servicios sociales en el gasto total de las comunidades, el 8,11% de Galicia está de nuevo por debajo del 9% de la media nacional y ostenta el tercer valor más bajo de toda España, superando solo al 7,3%de Comunidad Valenciana y el 8% de Murcia.

Galicia ocupa la décimo tercera posición en cuanto a la clasificación en el desarrollo de su sistema público de servicios sociales al lograr un índice DEC de 4,15, lo que supone 1,55 puntos más que la calificación de 2,6 que obtuvo tanto en 2015 como en 2016 si bien no llega al nivel que tenía en 2012 con una puntuación del 5,1.

La comunidad gallega registra una mejora importante en cobertura, sobre todo en sus estructuras básicas de servicios sociales, al pasar de disponer de un profesional por cada 2.523 habitantes de media en 2012 a uno por cada 1.984 el año pasado superando la media estatal de 2.436. Este dato es llamativo porque en autonomías como Comunidad Valenciana el ratio es de casi uno por cada 5.000 vecinos. También mejora la atención en dependencia con una cobertura del 6,4 de su población, 1,1 puntos más que el año anterior pero lejos de la media nacional del 8,5%. Galicia suspende, sin embargo, en rentas mínimas de inserción, plazas residenciales para mayores, servicio de ayuda a domicilio y en teleasistencia, con valores inferiores al conjunto de España.