El exceso de velocidad es la infracción más habitual. Ocho de cada diez sanciones detectadas en las carreteras gallegas son por pisar más de la cuenta el acelerador. Casi el 10% de la recaudación total en España por los flashes de los radares -más de 70,6 millones de euros- procede de las cabinas instaladas en la red viaria de la comunidad. Casi 147.000 conductores fueron interceptados el año pasado por los cinemómetros fijos instalados en Galicia, cuyo importe en sanciones ronda los 6,6 millones. En los últimos seis años, la DGT ha colocado 72 radares fijos más en las carreteras españolas, con un total de 403 dispositivos en la actualidad -sin contar Cataluña y País Vasco-, lo que supone un aumento del 22%. Desde 2011, las vías gallegas suman 11 aparatos más. En total, son 40 los medidores de velocidad instalados en Galicia, frente a los 29 contabilizados hace seis años.

Este balance coloca a las carreteras de la comunidad en el tercer puesto del rankingcon mayor incremento en la vigilancia con radares fijos, un 38% más. A la cabeza se encuentra Murcia, que duplica la cifra de cinemómetros (pasó de 7 a 14), seguida de Castilla y León (67 frente a los 42 instalados en 2011, lo que supone un 60% más), según datos facilitados por el Gobierno central en respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado socialista Miguel Ángel Heredia. Frente a las tres comunidades donde más aumenta el control con radares fijos, están Valencia (con 28), Baleares (12) y Canarias (10), donde se ha mantenido el número de aparatos durante los últimos seis años.

En Galicia, pese a que son 40 los aparatos medidores, el número de cabinas -incluidas en los controles de tramo- son 56, ya que algunas están vacías y los dispositivos rotan según la accidentalidad registrada en cada tramo. A Coruña es la provincia gallega con más cabinas de radar (22, de ellas cuatro en controles de tramo), seguida de Pontevedra y Ourense (12 en cada una) y, finalmente Lugo (10).

Puntos negros

Puntos negros

De los más de 400 radares distribuidos por la red de carreteras de toda España, un total de 299 están es carreteras nacionales (74%), mientas que los 104 restantes están en vías autonómicas. Para el diputado socialista autor de la pregunta parlamentaria, detrás del aumento de los radares está "un enorme afán recaudatorio" porque estos aparatos -asegura- "no están situados en los puntos negros, sino en los lugares donde se pueden poner multas". En este sentido, Heredia recuerda en la DGT recaudó entre enero y el pasado 21 de noviembre -según los últimos datos disponibles- 70,6 millones de euros por las denuncias interpuestas por los radares fijos. "Es decir, casi 220.000 euros al día por multas por exceso de velocidad", detalla Heredia.

En Galicia, la recaudación por multas de velocidad el año pasadorecaudación -a falta de los datos de diciembre- superó los 6,6 millones -casi 20.000 euros cada día-. La provincia de A Coruña lidera la tabla, con sanciones de radar en la comunidad, con unos ingresos de más de 2,7 millones (8.500 euros al día), seguida de Lugo, con más de 1,6 millones (casi 5.000 euros diarios); casi 1,4 millones en Pontevedra (más de 4.200 euros de media cada día) y finalmente 859.000 euros en Ourense (más de 2.600 euros en un día).

En la lista de los 100 radares fijos que más flashes disparan en España, una veintena están en carreteras gallegas. Entre ellos el ubicado en O Marquiño, cerca de Santiago, en la N-634 en un tramo limitado a 50 km/h, y el situado en Mos (Pontevedra) en la A-55, limitado a 60 km/h.

Desde el PSOE, cuestionan además que haya "más de 20 provincias en España en donde en seis años de Gobierno de Rajoy" no se ha construido "ni un solo metro de carretera", al tiempo que lamentan el "corte brutal en el número de agentes de la Guardia Civil de Tráfico", que los socialistas cifran en "230 menos en los últimos dos años".

Respetar los límites

¿Motivos por los que deben cumplirse los límites de velocidad? Un aumento del 5% en la velocidad provoca un incremento del 10% en los accidentes que causan traumatismos y del 20% en los siniestros con fallecidos. El riesgo de morir en un choque frontal a 64 km/h es del 19%, se eleva al 65% con el velocímetro a 80 km/h y a más de 95 km/h la probabilidad de un accidente mortal supera el 90%.

A 120 km/h se necesita una distancia superior a un campo de fútbol para detener el vehículo. A partir de 80 km/h es casi imposible que un peatón salve la vida en un atropello.