El futuro de Alberto Núñez Feijóo volvió a colarse en el debate político y el presidente de la Xunta deslizó una frase abierta a interpretaciones. "Probablemente, cuando usted no sea diputado, yo seguiré siendo presidente de la Xunta si los gallegos quieren, se lo puedo asegurar", le espetó ayer al portavoz de En Marea, Luís Villares, en el cara a cara parlamentario de ayer.

La frase se produjo después de que Villares le recriminase a Feijóo cargar a los gallegos con "sacrificios", en alusión a los recortes aplicados en los servicios públicos, explicó luego, para "pagarle la carrera política en Madrid", en alusión a sus opciones de relevar a Mariano Rajoy como presidente del PP y candidato a presidir el Gobierno.

El presidente de la Xunta recordó que desde su regreso a Galicia procedente de la capital del Estado para sumarse al Ejecutivo de Manuel Fraga siempre se le ha vinculado con un salto a la arena estatal. Recientemente, declaró que no se veía gobernando a partir de 2020, cuando finaliza la actual legislatura. Un argumento similar usó en 2016 antes de dar el paso a presentarse por tercera vez. Ese año amplió su mayoría absoluta a 41 escaños.

Su frase de ayer puede entender como que ahora abre la puerta a otro mandato en Galicia, pero también admite otra interpretación, aunque esta no estaría condicionada a la voluntad de los gallegos que citó. Se refiere a la oposición en el nuevo espacio de la izquierda al liderazgo de Luís Villares, al frente En Marea, bloque capitaneado por Marea Atlántica. Feijóo lo atacó recordando su ausencia a una reunión reciente de las mareas locales.

"Mi decisión es quedarme"

Feijóo afirmó ayer: "Mi decisión es quedarme", dijo, y espetó a su rival: "No le queda nada para aguantarme como presidente de la Xunta".

Por otra parte, durante la sesión, la portavoz del BNG, Ana Pontón, le exigió a Feijóo la retirada de la Lei de Saúde tras la manifestación en contra del texto del domingo y un día después de que el PP aprobase en solitario el texto, que inició su tramitación. "Dinamita Galicia y usa su mayoría como patente de corso para una voladura programada de los servicios públicos", le espetó al titular de la Xunta.

Feijóo replicó con una batería de cifras comparando la situación actual con la de 2008. "El presupuesto es un 7% superior, son 252 millones más", indicó, asegurando que la sanidad privada cuenta con 205 millones de gasto previsto por 218 de 2008. A mediados del año pasado, sin embargo el gasto real ascendía a 217.

En su cara a cara con el portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, este le exigió revisar las políticas de empleo ante un crecimiento económico del 3% que solo permitió crear el año pasado 6.200 empleos.