El caudal de los ríos gallegos se recupera y los embalses que abastecen las ciudades y las villas de la comunidad están a casi el 75% de su ocupación en los concellos costeros y al 54% en los del interior. Las lluvias de los últimos días han aliviado las sedientas cuencas de la comunidad, que desde hace ya más de un año estaban en prealerta por sequía. El déficit hídrico se agravó a comienzos de diciembre al verse obligada la Xunta a elevar el nivel de riesgo a toda Galicia tras cinco estaciones consecutivas con falta de precipitaciones.

Pero las borrascas de finales de año y arranque de 2018 y los chubascos de los últimos días han permitido levantar la alerta por sequía en casi toda la comunidad. La excepción son tres áreas de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil en Ourense y Lugo (Limia, Sil bajo y Cabe) donde se mantiene el máximo nivel. En el resto de las cuencas de toda la comunidad se rebaja a prealerta.

El acuerdo se tomó ayer por parte de los responsables de Augas de Galicia (competente de la demarcación Galicia-Costa) y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil al término de sendas reuniones de sus oficinas técnicas por la sequía. En el plazo de aproximadamente un mes volverán a reunirse para evaluar la situación de cara al verano. Para los municipios del interior la previsión no es halagüeña ya que se esperan unos meses de marzo y abril "más secos".

Hasta ayer eran doce los subsistemas de la cuenca Galicia-Costa en prealerta por sequía y siete los que seguían en alerta, entre los de este último bloque figuran los de A Coruña, Betanzos y Arteixo. Tras el análisis de los datos ayer, el nivel se rebajó en todos ellos a prealerta. En la actualidad, el embalse de Cecebre se encuentra a casi el 63% de ocupación. Se trata del nivel más bajo de los concellos del litoral, seguido de las presas de Caldas de Reis, con una reserva al 63,06% y Eiras (Vigo), que está al 80,55%. Beche, que abastece a los vecinos de Abegondo, está ya al 100%. En conjunto, las presas de abastecimiento de Galicia-Costa rondan el 75%, unas reservas similares a las alcanzadas en los últimos diez años.

Tras la reunión de ayer, el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, destacó que la cuenca Galicia-Costa "avanza" hacia la normalidad pero "no está todavía" en ella. Por ello, apeló de nuevo a un consumo responsable y seguir las recomendaciones que en su día la Xunta trasladó a las ayuntamientos.Verano

En el aspecto meteorológico, Rodríguez destacó que los meses de diciembre y enero se comportaron de "manera invernal", con un primer mes por encima de la media en cuanto a las precipitaciones registradas y un segundo en la media, que lo hace un periodo "tradicionalmente lluvioso". "La previsión es que sigan llegando sucesivas borrascas desde el Atlántico", detalló el director de Augas de Galicia, que ve "normalidad" en el capítulo de precipitaciones, a expensas de tener mayor certeza sobre la primavera y la manera en la que se afrontará el verano

La mayor preocupación está en las cuencas del centro, las que estaban en alerta y pasan a prealerta, donde "la recuperación es más lenta", según apuntó Rodríguez. Afecta, en especial, a la cuenca del río Mendo, que "es el que sigue más alejado de la normalidad", con unos datos ligeramente mejores en el resto de la zona. Evolucionan de forma favorable los ríos Castro, Xallas, Tambre y se mantiene especial vigilancia en ríos menores como el Arnego (Pontevedra) y el Furelos (Melide) que "van un poco más despacio".

Mientras, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil mantiene la situación de alerta por sequía en las cuencas de los ríos Cabe, Limia y en la zona inferior del río Sil. El presidente de la Confederación, Francisco Marín, informó ayer de que a pesar de las lluvias de los últimos meses los ríos de la demarcación todavía están un 27% por debajo de sus índices habituales.