Más de medio millar de explotaciones cerraron el año pasado pese a la recuperación del precio de venta de la leche. La Asociación Galega Terra e Leite destaca que desde 2010 a 2016 Galicia perdió más de la tercera parte de sus granjas. La organización atribuye esta sangría a la falta de inversión y de tierras. En este sentido, ampliar la base territorial y el aumento de los fondos son dos de las propuestas de la asociación para mejorar la autonomía alimentaria. Y para lograrlo considera necesaria la implicación de las Administraciones, y en particular de la Xunta, a través de mecanismos como el Banco de Terras. Se calcula que en Galicia hay unas 300.000 fincas forestales de propietario desconocido y en este organismo hay integradas 12.176 parcelas. El profesor de la Universidade da Coruña José Manuel Andrade destacó ayer en la presentación de las conclusiones de la jornad a Propuestas para el sector lácteo gallego del futuro la escasa dimensión de la base territorial de las explotaciones, con ocho hectáreas de media frente a las 16 de otras autonomías de la España Verde como Asturias o Cantabria o las más de 50 hectáreas de Francia o Alemania.

Relevo generacional

La falta de relevo generacional es otro de los motivos que obliga a muchos productores a abandonar la actividad cuando alcanzan la edad de jubilación. Por eso, con el objetivo de facilitar la sucesión, la Asociación Terra e Leite plantea crear un mercado de explotaciones que incentive la sucesión y la incorporación de los jóvenes a la actividad agraria. Andrade señala que en otros países los cierres de instalaciones agrarias se están paliando con planes para vincularlas a no familiares de la propiedad de forma que no quede abandonada toda esa inversión en maquinaria.

La asociación aboga por la revalorización de la leche para diversificar la producción industrial hacia la elaboración de quesos y otros derivados lácteos. También apuesta por reforzar la regulación de los productos industriales y que las administraciones destinen más fondos a las factorías más viables y pongan en marcha medidas que permitan captar inversiones privadas para la implantación en Galicia de proyectos industriales, como el Gobierno gallego ya hace con sectores como el naval o el del automóvil.

Para evitar la volatilidad de los precios de la leche en el mercado internacional - que se agravó con el fin de las cotas lácteas en marzo de 2015- o ampliar la base territorial, la organización reclama un plan estratégico sobre el lácteo gallego liderado por la Xunta que cuente con los tres agentes de la cadena de valor -ganaderos, industria y distribución-. "Galicia tiene condiciones para competir con otros países pero para ello es necesario vertebrar la cadena láctea", destacó el presidente de la Asociación Galega Terra e Leite, Xosé Turnes.