Con 900 líneas de autobús y 7.500 paradas de la red de transporte por carretera de uso general, y 3.900 rutas de transporte escolar con 23.500 paradas resulta complicado detectar si hay problemas de horarios, malas frecuencias, conexiones que no funcionan o demandas que no se atienden. Por ello, la Xunta contratará a empresas que le ayuden a hacer un mapa de diagnóstico y a partir de ahí decidir cambios en las líneas de transporte.

El trabajo será arduo. Galicia se divide en seis zonas y se entrevistarán a todos los responsables municipales de Movilidad, a asociaciones de vecinos, de empresarios y sindicatos para saber si las demandas están atendidas en los 313 concellos. Además habrá encuestadores que irán a 93 paradas de autobús, por donde pasan más de 10 líneas de autobús, y a las 26 estaciones que hay en Galicia para subir a los autocares y entrevistar a los viajeros.

El objetivo es conocer de primera mano si están conformes con las conexiones, las paradas, los horarios y las frecuencias.

También se desplazarán a 65 de los 106 hospitales y centros de especialidades de la comunidad para hablar con los pacientes y preguntarles si pudieron ir en autobús al centro sanitario y si el bus tiene buenos horarios para ir al médico o si para cerca del hospital. A los encuestados se les preguntará por las facilidades que tienen para ir al ambulatorio en autobús o dependen del coche o de un familiar que les lleve a la consulta del doctor.