Son cada vez más las bandas organizadas que se dedican a defraudar a las compañías de seguros. "Representan un gran riesgo por su profesionalización", advierten desde AXA ante el crecimiento del 19% en el último año de los siniestros irregulares cometidos por tramas organizadas. En su conjunto, el fraude de carácter profesional ya supone el 3,2% del total, cuando en 2015 solo representaba el 1%.

Por el contrario, el importe medio defraudado por estos grupos ha experimentado un descenso, al pasar de los 5.500 euros de hace dos años a los poco más de 2.400 del ejercicio pasado.

En cuanto a las consecuencias penales, las condenas de cárcel declaradas en el conjunto del país en 2017 por este tipo de delito aumentaron un 17%. Y el 88% de las reclamaciones judiciales llevadas a cabo el año pasado tuvieron consecuencias penales para los defraudadores.

Las compañías se han actualizado en los últimos años para perseguir a los clientes que intentan estafarles. A los habituales seguimientos, se sumaron nuevas tecnologías y formación de las aseguradoras para reducir al máximo los siniestros irregulares. Ahora se detectan más de un 20% de los partes falsos cuando en 2015 eran apenas el 5%.