Simular una avería eléctrica para cambiar la vitrocerámica, la nevera o el ordenador; reclamar por una inexistente inundación de agua en el piso para poner el parqué nuevo, agravar el alcance de un accidente de tráfico, hacer un seguro para reclamar los gastos de un daño anterior, ocultar patologías cuando se firma una póliza de salud o incluso fingir la propia muerte para que los familiares cobren la indemnización.

Son algunos de los engaños más frecuentes a los que se enfrentan cada año las aseguradores. Galicia se mantiene marcada en rojo en el mapa de estafas de las compañías ya que es la cuarta con la tasa más elevada (el número de timos en relación a los siniestros), según revela el informe publicado ayer por la aseguradora AXA.

La tasa de siniestros irregulares detectados el año pasado en España alcanza el 1,73, mientras en la comunidad gallega los engaños a las aseguradoras alcanzan el 2,2. O lo que es lo mismo, los gallegos protagonizan un 27% más de fraudes al seguro que la media en España. Los engaños a las compañías se han disparado en el conjunto del país durante los últimos cinco años, tal y como recoge el V Mapa AXA Fraude en España, al pasar de 0,95 en 2012 (primer año en el que la compañía hizo un estudio sobre el fraude al seguro) a 1,73 de media nacional -casi el doble- y de 1,03 a 2,2 en el caso de la comunidad gallega -más del doble-.

'Ranking'

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En el conjunto del país, AXA destapó el año pasado casi 20.000 siniestros fraudulentos por un importe de 62,7 millones de euros, lo que supone un aumento de los partes falsos de más del 9% y de la cuantía, más de un 6%. Desde que estalló la crisis, el ingenio de los asegurados se ha agudizado y la picaresca ha aumentado: desde 2007 se han multiplicado por más de dos los pagos indemnizatorios fraudulentos en España, al pasar de 30 millones a los casi 63 millones actuales.

Durante los últimos años, Galicia ha ido escalando puestos en la tabla de timos a las aseguradoras. De estar hace un lustro en el séptimo lugar, con una tasa del 1,03, en 2016 pasó al cuarto puesto, el mismo que mantuvo el año pasado.

A la cabeza del ranking nacionalranking en partes fraudulentos a los seguros está Murcia (2,7) -el año pasado era la quinta comunidad con más estafas a las compañías-. Le siguen en la lista Andalucía (2,6, en 201 lideraba la tabla), Canarias (2,5, un año atrás era la segunda autonomía con más timos) y Galicia (2,2).

En el caso de la comunidad gallega, Pontevedra es la provincia con la tasa de siniestros irregulares más alta (2,6). Con el mismo índice están los asegurados de la provincia de A Coruña y Ourense (2). Y finalmente, cierra la tabla autonómica Lugo, con una tasa de engaños en las pólizas de 1,9.

En el extremo opuesto del mapa del fraude al seguro se encuentra Madrid (0,76), seguida de País Vasco (1,03), Cataluña (1,38) y Castilla-La Mancha (1,4).Sectores

Las reclamaciones falsas en el seguro del coche concentran el grueso de los fraudes. En el conjunto del país: el 60% de todos los intentos de engaño a las compañías. Las versiones adulteradas durante la conducción copan el 88% de estos partes irregulares, mientras que el robo, la rotura de lunas o los factores atmosféricos fueron la supuesta causa del restante 12%.

El ramo de Multirriesgo, que incluye el hogar, comercio, oficinas y comunidades, concentra el 30% de los fraudes. La mayoría son por falsos daños causados por el agua (41%) y el 27% por daños eléctricos para la renovación de electrodomésticos. En estos casos, según recoge el informe de AXA, se ha apreciado "una mayor versatilidad, imaginación y técnicas para delinquir" ya que "ofrecen la posibilidad de una mayor creatividad en la preparación de situaciones irregulares".

El 10% restante corresponde a seguros de responsabilidad civil, transporte, industrias, salud, accidentes y vida, donde se reclaman accidentes falsos, se ocultan enfermedades antes de suscribir el seguro, se finge incluso la muerte o se hace pasar un suicidio como si fuera un accidente para reclamar la correspondiente indemnización.

Tras cuatro años a la baja del llamado fraude ocasional u oportunista, aquel que se aprovecha la realidad de un siniestro para introducir daños ya existentes o anteriores, en 2017 se registró un aumento. Así pasó de representar un 52,1% del total de los engaños en 2016 a un 55,2% el año pasado. El importe de fraude en casi el 70% de los partes de este tipo es inferior a 600 euros.