Las campañas de la DGT, el aumento de los controles, el endurecimiento de las sanciones, la retirada de puntos y la pena de prisión. La lista de medidas para frenar el consumo de alcohol y/o drogas al volante no logra el resultado esperado por las autoridades de Tráfico. Cada año que pasan, aumenta la tasa de fallecidos que circulaban en estado ebrio o tras haber consumido alguna sustancia psicotrópica. El último estudio del Instituto de Medina Legal de Galicia (Imelga) ha hecho saltar las alarmas en la DGT, la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico y los colectivos de víctimas: el 40% de los conductores, peatones o ciclistas muertos en 2016 en las carreteras gallegas dieron positivo en alcohol o drogas al practicarles la autopsia, 10 puntos más que el año anterior.

Hasta un total de 114 de los 143 fallecidos en 2016 en accidentes de tráfico en Galicia fueron sometidos a examen de los forenses del Imelga. De ellos, 43 revelaron la presencia de alcohol o drogas en su organismo. De las víctimas mortales en estado ebrio, casi el 80% triplicaban la tasa permitida.

El alcohol y las drogas no solo están relacionados con una mayor accidentalidad, según recuerdan desde la DGT, sino que también suponen una mayor mortalidad y lesiones más severas.