Es el salvavidas al volante. Sin embargo todavía son muchos los conductores y pasajeros que viajan sin cinturón de seguridad. Pese a las continuas campañas de la DGT para tratar de concienciar de la importancia de abrocharse el dispositivo, el balance del año pasado refleja que los mensajes no acaban de calar. Casi el 40% de los fallecidos el año pasado en accidentes de tráfico en la carreteras gallegas no llevaba el cinturón de seguridad. De los 44 muertos en turismo o furgoneta, un total de 17 viajaban sin él, según datos facilitados ayer por el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, tras la reunión de la comisión autonómica de Tráfico y Seguridad Vial.

Mientras en el conjunto del país se produjo el año pasado un repunte de la accidentalidad mortal -un 3%-, en Galicia la tendencia fue a la baja. Se pasó de las 106 víctimas mortales de 2016 a las 76 del ejercicio pasado, lo que supone un descenso del 28%.

Durante el encuentro, al que acudieron la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, y responsables de la DGT y de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico, se analizaron los datos de la accidentalidad en las carreteras gallegas que colocaron a Galicia como la comunidad en la que más descendió el número de fallecidos en siniestros de tráfico.

Por provincias, en A Coruña hubo 33 muertos, siete menos que en 2016; en la de Lugo, un total de 16, lo que supone once menos; en Ourense, se contabilizaron siete, lo que supuso cinco menos y en la de Pontevedra, un total de 20, con siete fallecidos menos.

Sobre las causas, Villanueva insistió en que detrás están "la velocidad y la distracción del conductor". En el caso de los atropellos, se pasó de 17 en 2016 a 10 el pasado año.