La Bestia del Este que mantiene congelada a casi toda Europa también rugió ayer en Galicia. Y lo hizo con una masa de aire siberiano que dejó mínimas de casi 7 grados bajo cero y que cubrió de nieve la comunidad de norte a sur. Hubo nevadas intensas en el interior de Lugo, Ourense y Pontevedra -en algunas zonas con más de 10 centímetros de espesor-, pero también se dejaron ver copos exprés en primera línea de playa. La sorpresa se la llevaron muchos cuando a primera hora de la mañana levantaron la persiana y se encontraron con aguanieve en lugares poco habituales como la ciudad de A Coruña -en barrios como Os Rosales, Os Castros o Pedralonga- o en A Mariña lucense, donde llegó a cuajar al lado del mar.

A lo largo del día, las nevadas fueron remitiendo y dieron pasado a la entrada de la borrasca Emma, que dejó vientos de más de 100 kilómetros por hora -las rachas máximas se registraron en Cedeira, con 101,3 km/h-, olas de hasta seis metros y lluvias intensas. En la provincia de A Coruña se esperaban precipitaciones de hasta 40 litros por metro cuadrado en 12 horas. Los vientos y el oleaje en la costa, como ya había ocurrido el martes, dejaron en puerto a buena parte de la flota. A partir de hoy ya no se espera nieve por debajo de los 1.200 metros pero sí lluvias, al menos hasta el fin de semana.

Tras dos días de frío siberiano, las temperaturas subirán hoy en toda la comunidad, con mínimas de entre cuatro y ocho grados y máximas de hasta 13º. El mercurio hizo tiritar a casi toda Galicia, con valores que ayer cayeron hasta los -6,8º bajo cero en Pedrafita do Cebreiro (Lugo), -6,3º en Carballeda de Valdeorras y -5,8º en A Veiga, ambos municipios en Ourense. En Lugo, también se registraron importantes valores negativos en A Fonsagrada (-4,81), Abadín (-4,3), Vilalba (-4,1) Chantada (-3,8) o Pol (-3,7).

Tierra, mar y aire

Los efectos del frente frío que llegó de Siberia se dejaron notar en Galicia por tierra, mar y aire: carreteras cortadas por la nieve, restricciones en la circulación a camiones, niños sin clases, trenes atrapados, vuelos cancelados o con retraso, flota amarrada...

Solo en la red viaria, la nieve y el hielo dejaron un total de 88 incidencias hasta el mediodía, según el balance de llamadas del Centro Integrado de Atención ás Emerxencias 112. La provincia más afectada fue la de Ourense, con 32; seguida de Lugo, con 24; A Coruña, con 17; y Pontevedra, con 12, todas en la comarca de Deza.

El mal tiempo obligó a circular con cadenas en Alto do Poio (Lugo), cerró al tráfico pesado 80 kilómetros de la A-52 entre las localidades ourensanas de Trasmiras y A Gudiña, llevó a activar el nivel rojo en la A-8 -en este caso por la niebla- a su paso por Mondoñedo en ambos sentidos, cerró decenas de carreteras en zonas de montaña y causó varios accidentes, entre los que se encontraba un cortejo fúnebre. Las complicaciones por la acumulación de nieve en la red viaria impidieron a acudir a clase a casi 7.500 alumnos de las provincias de Lugo y Ourense.

Durante la jornada de ayer, trabajaron unos 40 equipos quitanieves en la comunidad, con un consumo de fundentes equivalente a 388 toneladas de sal y casi 240.000 litro de salmuera. Con el paso de las horas y la actuación de las máquinas quitanieves, la red viaria quedó completamente despejada.

Las malas condiciones meteorológicas también afectaron al intercambiador de ancho de vía de la estación de trenes en Zamora. Cerca de medio millar de cuatro Alvia entre Madrid y Galicia en ambos sentidos. Los pasajeros tuvieron que hacer finalmente transbordo tras retrasos de hasta tres horas. Los trenes-hotel con destino Barcelona también circularon con retraso por acumulación de nieve.

Entre las incidencias aeroportuarias destaca la del avión que debía salir de Santiago a Bilbao ayer por la mañana y tuvo que ser cancelado por la presencia de nieve en la pista de aeródromo vasco. En la capital gallega se produjeron retrasos de más de tres horas en al menos otros tres vuelos por el hielo.