Galicia inició el año con un descenso de fallecidos en sus carreteras, una tendencia que se mantuvo el pasado mes de febrero. Un mayor refuerzo policial, nuevo equipamiento de la Guardia Civil de Tráfico, más campañas de vigilancia en la red viaria han contribuido a reducir los siniestros mortales en las carreteas de la comunidad. En los primeros meses del año, Galicia registró diez fallecidos en accidentes de tráfico, frente a las 14 víctimas contabilizadas en el mismo periodo de 2017, lo que supone un descenso del 28,6% en el número de muertos en carretera y una bajada del 16,7% de siniestros, según datos facilitados ayer por el Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste, con sede en A Coruña.

Por provincias, en Pontevedra se pasó de tres fallecidos en enero y febrero del año pasado a ninguno este 2018; mientras que en la de Lugo se redujeron las víctimas de tres a una; y en A Coruña se mantuvieron en siete. Por su lado, descendieron de tres a una en la de Lugo.

En cuanto a la siniestralidad viaria del pasado mes de febrero, el descenso en Galicia también fue del 28,6 al cerrarse el mes con cinco víctimas mortales en cinco accidentes de tráfico, frente a los siete fallecidos en cinco siniestros en el mismo periodo de 2017.

Edades

En el caso de la provincia de A Coruña, el descenso alcanza el 40%, al pasar de cinco en febrero del año pasado a tres en 2018 y de una víctima a ninguna en el caso de Pontevedra.

Mientras, en la provincia de Lugo se registró una víctima mortal en febrero, la misma cifra que en el mismo mes de 2017; y en Ourense se ha pasado de ninguna a una.

Las estadísticas del Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste apuntan que tres de los accidentes mortales de febrero en la comunidad gallega se debieron a colisiones; uno fue un atropello y otro una salida de vía.

Tres de las personas fallecidas en accidentes de tráfico el mes pasado en Galicia eran mayores de 65 años y dos tenían entre los 56 y 65 años.