Un informe de Legálitas coloca a los gallegos como los conductores españoles que peor conducen. El estudio revela que son los que tienen más incidencias al volante (excesos de velocidad, acelerones, frenadas bruscas o giros y trazados de curva inadecuados) tanto en ciudad como en vías interurbanas. En ambos casos se sitúan 20 puntos por encima de la media nacional.

Expertos en seguridad vial de Galicia rechazan que los gallegos sean los que peor conducen de toda España. "De ninguna forma", sentencia José Manuel López Marín, presidente de la Federación Gallega de Autoescuelas. "Eso no es cierto", replica José Ramón García Iglesias, de la Autoescuela San Martín. "Los gallegos que pierden los puntos son el mismo número que en otras comunidades. Y las autoescuelas son exactamente iguales que en otras autonomías y los exámenes también", razona Manuel Maceiras, profesor de formación vial y director del Centro de Permiso por Puntos de A Coruña.

Entonces, ¿cuáles son las causas que llevan a los conductores gallegos a situarse a la cabeza en este estudio? Los tres coinciden en la especial peculiaridad de la orografía de Galicia, la climatología y el exceso de confianza.

"Somos una comunidad con una orografía muy complicada y tenemos unas carreteras que, aunque se han mejorado mucho, todavía están un poco complicadas. Y eso supone un mayor riesgo. No es lo mismo que en la zona de Andalucía o Castilla que son más planas", indica López Marín.

De la misma opinión es José Ramón García. "Luchamos en una guerra que es muy difícil. Tenemos un territorio que no es plano. La zona norte de España es la que tiene una mayor dificultad a la hora de conducir y es la que tiene unos cálculos en sus primas de seguro mayores porque tiene más siniestralidad", explica el director de la autoescuela San Martín que ilustra la diferencia con un ejemplo muy gráfico: "una persona que se sale de la vía en Castilla o Andalucía se va a la cuneta o a un campo de trigo. Alguien que se salga en Carballo se cae por un terraplén".

Los tres expertos en seguridad vial también apuntan a la climatología como una de las causas de que haya más incidencias. "Tenemos un clima que es diferente al de otras comunidades y eso crea mayores situaciones de riesgo", reconoce el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de A Coruña. "En Galicia hay muy poco arcén en las carreteras y el mal tiempo tampoco ayuda", resume el director del Centro de Permiso por Puntos de A Coruña.

José Manuel López introduce otro elemento que también afecta: la confianza de los conductores. "Los gallegos, como estamos acostumbrados a conducir con agua, frío o nieve, nos creemos que no nos va a ocurrir nada", describe. "Los gallegos somos buenos conductores, pero el único problema que tenemos es que nos confiamos mucho", certifica. Lo mismo cree José Ramón García que alerta de que el exceso de confianza aumenta la inhibición del riesgo y que se tenga un percance.

Ninguno de los tres considera que la alta tasa de envejecimiento sea una de las causas de que Galicia lidere el número de incidencias en ciudad y en vías interurbanas, porque la experiencia al volante también debe tenerse en cuenta. "Por un lado, podría ser negativo, pero por otro es gente muy experimentada al volante", razona José Ramón García. "En el rural gallego, la gente está muy acostumbrada a grandes movimientos por vías públicas. El labrador de Valladolid no utiliza las vías públicas para conducir su tractor, pero el de Galicia sí porque el minifundismo nos lleva a tener que utilizarlas para moverse", argumenta.

Otra diferencia de los conductores gallegos con el resto es que son más propensos a conducir con una copa de más. "Galicia destaca, por desgracia, frente a otras comunidades en que hay un mayor número de personas que conduce bajo los efectos del alcohol o del alcohol y las drogas. El gallego tiene ese pensamiento del malo será. 'Me tomo dos copas y malo será", recuerda Manuel Maceiras quien asegura que no es que los gallegos sean peores conductores, sino que "hay más vigilancia que en otras comunidades".