Más de un centenar de personas participaron ayer en la parroquia viguesa de Coruxo y en el concello ourensano de A Mezquita en la campaña de reforestación puesta en marcha por Abanca, Unha árbore nova, que arrancó con la plantación en esta jornada de 1.000 árboles y que tiene el objetivo de plantar un total de 6.000 para ayudar a recuperar las zonas quemadas por los incendios de mediados de octubre.

Con la actividad de este domingo da comienzo la segunda fase de esta iniciativa, tras la llevada a cabo en Navidad, cuando la entidad realizó una acción solidaria en sus oficinas por la que fue donado un árbol por cada uno de sus empleados y se recaudaron fondos para adquirir el resto.

Esta iniciativa se desarrollará durante varios fines de semana. El primero de ellos fue ayer, en el que se plantaron 600 ejemplares en Coruxo y otros 400 en A Mezquita. El próximo fin de semana, en la parroquia de Chandebrito, en Nigrán (Pontevedra), epicentro de la ola de incendios del pasado octubre, y también en la provincia de A Coruña. La siguiente cita será en el mes de abril en Ourense, y "probablemente" en Lugo. Tras estas fechas, la campaña de reforestación se reanudará en otoño.