"Cohesionar" el conjunto de Galicia, consolidar En Marea como "fuerza política del cambio" junto con las mareas locales y poner en valor "lo común". Es la hoja de ruta que se propone seguir el portavoz parlamentario y líder orgánico de En Marea, Luís Villares, tras la cumbre para preparar las elecciones municipales celebrado el sábado y que dejó entrever las diferencias internas con la ausencia de los tres alcaldes del cambio (Xulio Ferreiro, Martiño Noriega y Jorge Suárez) y buena parte de los diputados de Esquerda Unida y Podemos, tanto en el Parlamento gallego como en el Congreso. Villares aseguró tener buena relación con los regidores de las mareas A Coruña, Santiago y Ferrol y atribuyó a un problema de "conveniencia o agenda" el hecho de que ninguno acudiese al cónclave del fin de semana.

Con la resaca del plenario, Villares, que fue avalado por Xosé Manuel Beiras en el cónclave, rebajó ayer las tensiones con los críticos de En Marea, restó importancia a las ausencias, advirtió de que la ciudadanía premia "la unidad" en las elecciones y calificó las críticas del histórico dirigente nacionalista sobre la "casta" que existe en el seno de la formación al renegar de la marca, en alusión a EU y Podemos, de "útiles y necesarias".

El líder de En Marea quiso centrar sus respuestas ayer en las propuestas aprobadas el sábado, que -dijo- ayudarán a "cohesionar el conjunto de Galicia" y permitirán consolidar a En Marea como fuerza política del cambio. Los "únicos titulares" que quiere dar son "en positivo". "Cualquiera que sea diferente se está equivocando; la gente premió la unidad", sentenció. Una vez más, Villares insistió en que "lo importante es lo común".

Sobre la ausencia de los regidores de A Coruña, Santiago y Ferrol en el cónclave del fin de semana -los dos primeros ya no habían acudido al plenario de hace ocho meses- negó que la relación con ellos esté rota. "Tengo contacto con ellos", defendió Villares.