Las carreteras gallegas registrarán la próxima semana 1,5 millones de desplazamientos en el marco de la operación de la Dirección General de Tráfico (DGT) para Semana Santa, unos 800.000 vehículos más que los contabilizados en la red viaria de la comunidad el año pasado en el mismo periodo vacacional. Las vías gallegas acogerán el 10% de los movimientos previstos en toda España con distinta afluencia según las fases. En la primera que arranca ya mañana y el miércoles se calculan 393.000 vehículos -la quinta parte del total- y en la segunda mitad de la próxima semana, que incluye los festivos, los 907.000 restantes. En la provincia de Pontevedra la operación finaliza el lunes 2, mientras que en el resto de la comunidad termina el Domingo de Pascua.
Las principales complicaciones y atascos se esperan en la salida de las grandes ciudades, las vías que tienen como destino lugares de segunda residencia, poblaciones con actos religiosos y zonas de montaña y de atracción turística en invierno. Tráfico alertó ayer, de hecho, de retenciones los próximos días en la AP-9, la Autovía del Noroeste (A-6) que comunica Galicia con Madrid, la Autovía de las Rías Baixas (A-52), la A-55 que une Vigo y Tui, la N-550 de A Coruña a Tui y la N-634 que enlaza Santiago de Compostela y San Sebastián por toda la costa cantábrica.
Tráfico movilizará todos sus efectivos y medios para garantizar la seguridad y reducir la siniestralidad viaria. En la campaña de Semana Santa del año pasado perdieron la vida en accidentes de circulación dos personas y en lo que va de 2018 la cifra asciende a 16 víctimas mortales, uno menos que en 2017 a estas alturas de año.
El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, presentó ayer la campaña y anunció que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico realizarán controles de drogas, alcohol y velocidad en toda la red viaria gallega y sobre todo en las carreteras secundarias, debido a que en estas fechas se producen "muchos desplazamientos cortos".
En esta campaña estarán activas también las 32 cámaras fijas instaladas en Galicia por la Dirección General de Tráfico (15 en A Coruña, cinco en Lugo, cuatro en Ourense y ocho en Pontevedra) para controlar el uso del cinturón en los vehículos. Villanueva alertó ayer de la necesidad de usar este dispositivo de seguridad porque el año pasado fallecieron 17 personas por no usarlo.
PATRULLAS INTEGRALES
Coincidiendo con esta operación especial, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico contarán con la ayuda de la patrulla integral, un nuevo modelo de vigilancia que presentó el martes el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Se trata de un sistema pionero en Europa que permite que las motos y los coches patrulla de los agentes puedan llevar un etilómetro y un lector de drogas portátil además de un cinemómetro láser ligero para tener autonomía y hacer controles más dinámicos y efectivos.
El delegado del Gobierno en Galicia hizo un llamamiento a conductores, pasajeros, ciclistas y peatones para que sigan las recomendaciones de la DGT y extremen la precaución en la carretera estos días. Pero en el acto de ayer se apeló sobre todo a los usuarios de motos y motocicletas por ser uno de los colectivos más vulnerables. Villanueva recordó que el riesgo de perder la vida en un accidente de moto es 17 veces mayor que en coche. El año pasado murieron en accidentes de tráfico 15 motoristas, tres menos que en el ejercicio anterior.
Junto a esta campaña especial dirigida a la prevención de siniestros con la implicación de motos también se difundirá otra para concienciar de la necesidad de revisar el vehículo.
